GDXH - Directora diagnosticada con cirrosis admite comer filete y beber vino tinto todos los días...
Aunque no tenía antecedentes de hepatitis B o hepatitis C, ni hígado graso, durante un reciente chequeo de salud, a la directora de 63 años (en China) se le encontró inesperadamente un índice ALT anormalmente alto (un índice que ayuda a evaluar la función hepática), llegando a 160UI/L (el valor normal es 5-37UI/L).
El médico indicó que los resultados del análisis de sangre mostraron que el nivel de hierro del paciente era casi tres veces superior al normal. La ecografía reveló que el paciente tenía cirrosis. Se le diagnosticó cirrosis por exceso de hierro.
Ilustración
Al realizar la historia clínica de la paciente, el médico descubrió que tenía una obsesión particular con comer carne y beber vino tinto. La paciente casi solo comía carne y bebía vino en todas las comidas del día. Según el médico, esto podría ser la causa del exceso de hierro en el organismo y del daño hepático.
Al explicar esto, el médico indicó que la carne de res contiene mucho hierro. 100 g de carne contienen 2,7 mg de hierro. Comer demasiada carne de res puede provocar un exceso de hierro en el cuerpo y su acumulación en el hígado. La acumulación de hierro en el hígado puede causar estrés oxidativo y la formación de radicales libres que dañan las células hepáticas. Esto también puede causar inflamación y dañar el tejido hepático, aumentando así el riesgo de hepatitis y cirrosis.
Para tratar la afección del paciente, el médico le recetó análisis de sangre mensuales para eliminar el exceso de hierro del organismo. Tras varios meses de tratamiento, sus niveles de hierro se normalizaron. Sin embargo, aún debía seguir tomando medicamentos para tratar la cirrosis.
El médico recomendó al paciente modificar su dieta para mejorar la salud de su hígado. En concreto, le sugirió reducir el consumo de carne roja y sustituirla por carne blanca con menos hierro, como pollo y pescado. Además, el paciente también debía añadir más verduras de hoja verde a sus comidas diarias para controlar su ingesta de hierro.
6 posibles enfermedades si comes demasiada carne roja
Ilustración
Provoca aumento de peso y obesidad.
La carne de res, especialmente los cortes grasos como las costillas y la panceta, es muy calórica. Consumir demasiada carne puede provocar un aumento de peso rápido, lo que causa obesidad. Además, aumenta el riesgo de enfermedades graves como las cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión y algunos tipos de cáncer.
Provoca enfermedades digestivas.
La carne de res es rica en proteínas y tarda mucho en digerirse. Comer demasiada carne de res puede causar problemas digestivos. La carne de res es baja en fibra, lo que endurece las heces y dificulta su tránsito intestinal, causando estreñimiento. La digestión de la carne de res genera muchos gases, lo que causa hinchazón e indigestión. En algunas personas, consumir mucha carne de res puede agravar los síntomas del síndrome del intestino irritable.
Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular
La carne de res, especialmente la grasa, contiene altos niveles de colesterol y grasas saturadas. Consumir demasiadas grasas saturadas aumenta el colesterol malo (LDL) en la sangre, lo que causa aterosclerosis y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca.
Mayor riesgo de gota
La carne de res es una de las fuentes más ricas de purina. Al entrar al organismo, la purina sufre un complejo proceso metabólico que finalmente produce ácido úrico. En condiciones normales, el ácido úrico se disuelve en la sangre y se excreta por la orina.
Sin embargo, si el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones no pueden excretarlo eficazmente, la concentración de ácido úrico en la sangre aumentará, provocando hiperuricemia. El exceso de ácido úrico se acumula en la sangre y, al no ser completamente excretado por los riñones, se cristaliza en cristales afilados que se depositan en las articulaciones, especialmente en el dedo gordo del pie, causando ataques agudos de gota.
Poner una carga sobre los riñones
Los riñones actúan como plantas de filtración microscópicas, limpiando constantemente la sangre y eliminando desechos como la urea, la creatinina y el exceso de agua, a la vez que regulan el equilibrio electrolítico y la presión arterial. Sin embargo, cuando consumimos demasiada proteína, especialmente la proveniente de carnes rojas como la de res, los riñones tienen que trabajar más para procesar la mayor cantidad de desechos nitrogenados, lo que ejerce presión sobre los glomérulos y los túbulos renales. Esto puede eventualmente provocar daño renal, reducción de la función de filtración y mayor riesgo de enfermedad renal crónica.
Mayor riesgo de cáncer
Algunos estudios han demostrado que comer mucha carne roja, incluida la de res, puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Los compuestos que se crean al cocinar la carne a altas temperaturas pueden dañar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. Algunos estudios han demostrado una relación entre comer mucha carne roja y un mayor riesgo de cáncer de próstata. Comer mucha carne de res también puede aumentar el riesgo de cáncer de páncreas.
¿Cuánta carne roja es suficiente?
Según las recomendaciones del Fondo Internacional para la Prevención del Cáncer y del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, al consumir carne roja se debe tener en cuenta:
Ilustración
- La carne roja no debe consumirse más de 3 veces por semana, la cantidad total de carne roja en una semana es de aproximadamente 350 - 500 gramos después del procesamiento (equivalente a un máximo de aproximadamente 700 gramos de carne cruda y sin incluir el peso de los huesos).
Si se calcula por día, la cantidad de carne roja no debe superar los 70 gramos/día (carne cocida), equivalente a unos 100 gramos/día de carne cruda, sin contar los huesos.
La recomendación anterior proporciona una cantidad específica para que las personas puedan ajustar la cantidad de carne roja en su dieta. Además, es recomendable aumentar el consumo de aves, pescado, huevos y leche como sustitutos de la carne roja en las comidas para asegurar un aporte adecuado de proteínas y micronutrientes.
En caso de afecciones médicas o necesidades nutricionales específicas, se recomienda consultar a un nutricionista. Asimismo, se debe mantener una dieta variada, una nutrición adecuada y una actividad física adecuada, además de consumir verduras de hoja verde.
El Instituto Nacional de Nutrición recomienda que el consumo de frutas y verduras sea de 480 – 560 gramos/persona/día, de los cuales el consumo de verduras es de 240 – 320 gramos/persona/día y el consumo de fruta madura es de 240 gramos/persona/día.
[anuncio_2]
Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/nu-giam-doc-63-tuoi-nhap-vien-vi-xo-gan-thua-nhan-mot-sai-lam-nhieu-nguoi-viet-mac-phai-17225020714341057.htm
Kommentar (0)