"El niño es demasiado pequeño para aprender", "Los recién nacidos solo necesitan comer y dormir" son frases que la Sra. Cam Ly escucha con frecuencia de quienes la rodean. Sin embargo, aún cree en los métodos de la neurociencia y, además, ha estado expuesta a la educación temprana desde la infancia, por lo que la Sra. Ly y su esposo decidieron darle clases a Leo mientras estaba embarazada.
A diferencia de otras madres, la Sra. Ly aplica el método OKR para ayudar a su hijo a alcanzar hitos de crecimiento mensurables lo más rápido posible.
OKR (Objetivos y Resultados Clave) es un método de gestión comúnmente utilizado en empresas para ayudar a individuos y organizaciones a definir metas, medir y dar seguimiento a los resultados. El método incluye: los objetivos son metas precisas, claras y concisas, y los resultados clave son indicadores medibles, con plazos definidos y desafiantes para evaluar si se ha alcanzado la meta.
Leo, un bebé de 9 meses, puede balbucear algunas palabras.
Aplicando OKR al proceso de crianza
“Suena extraño, pero en realidad criar hijos es similar a la gestión de recursos humanos. Fijaré metas para mi hijo, resultados clave y los implementaré con acciones”, dijo la madre. Solo necesitas una pizarra, un archivo de Excel o un bloc de notas para crear un plan completo para tu hijo en cada etapa.
Desde que nació Leo, Ly se marcó metas: 3 meses para que pudiera darse la vuelta; 4 meses para que pudiera gatear; 5 meses para que pudiera sentarse; 9 meses para que pudiera hablar… y a partir de estas metas, hay resultados clave y acciones específicas que las acompañan.
Por ejemplo, para ayudar a Leo a alcanzar el hito de los 3 meses de darse la vuelta, la Sra. Ly describió los resultados clave: el niño se acostaba de lado; presentaba rigidez en el cuello; su peso se encontraba dentro del rango normal, sin sobrepeso. Para lograr estos resultados, se requieren acciones y ejercicios específicos, como practicar acostarse boca abajo 3 veces al día durante 5 a 10 minutos cada vez; inclinarse regularmente al dormir; y realizar juegos que capten su atención para que el niño se incline 3 veces al día. Al mismo tiempo, se debe controlar el peso diariamente, asegurándose de alcanzar el estándar de aumento máximo de 1 kg/mes durante los primeros 3 meses; y permitir que el niño practique regularmente rodando la pelota para mejorar su capacidad psicomotora.
Leo logró hitos de crecimiento notables: podía darse la vuelta a los 2 meses, podía señalar la tarjeta correcta a los 3 meses, gateaba sin ayuda a los 4 meses, caminaba con destreza con ayuda a los 8 meses y, especialmente, a los 9 meses podía decir muchas palabras individuales con significado.
“Los niños son genios. Sus cerebros se encuentran en la base del triángulo, lo que significa que cuanto más pequeños son, mayor es su capacidad para absorber conocimientos. Por el contrario, cuanto mayores son, más disminuye su capacidad para absorber conocimientos”, afirmó la Sra. Ly. Esta es la etapa dorada del cerebro infantil que ningún padre debería perderse.
Tras su aplicación, el método OKR es claramente efectivo, consiguiendo los mejores hitos de crecimiento en el menor tiempo, tanto a nivel físico como lingüístico y cognitivo.
En casa, el papá de Leo se encargará de los objetivos motores, mientras que la mamá se encargará de los objetivos cognitivos. Simultáneamente, ambos padres trabajarán juntos en los objetivos de lenguaje del bebé.
En cuanto a la concentración, los profesores consideran que Leo posee una capacidad excepcional; puede leer atentamente cinco o seis libros con sus padres a la vez. «La concentración es una capacidad esencial para que los niños puedan estudiar bien en el futuro», afirmó con orgullo su padre.
Leo fue enviado al preescolar temprano por su familia.
Quiere que su hijo se desarrolle de acuerdo a sus fortalezas y pasiones
Ly y su esposo tienen una buena formación académica, habiéndose graduado en las mejores universidades del país y del extranjero. Sin embargo, la familia no obliga a sus hijos a estudiar ni espera que alcancen logros académicos. Al contrario, esperan que Leo se desarrolle de acuerdo con sus fortalezas y pasiones.
Si a Leo le apasionan los estudios y puede manejar la presión, la familia sin duda intentará enviarlo a un entorno académico de primer nivel. Si le apasiona el arte, mucho mejor. La familia siempre enfatiza el buen estudio y las actividades extracurriculares activas.
"Leo es un bebé único, activo y sonriente, así que le dije a mi esposo que primero debemos desarrollar en él habilidades de liderazgo. Espero que tenga esta cualidad para que sea más fácil entrenarlo", rió Ly.
Leo pronto cumplirá 10 meses y Ly y su esposo han decidido enviarlo a un preescolar de jornada completa cerca de casa. Leo asistirá al preescolar de lunes a viernes y a clases extraescolares en un instituto de educación infantil los sábados y domingos.
Entre semana, Ly y su esposo siguen dando clases particulares a su hijo para que logre las nuevas metas establecidas por OKR. A pesar de su apretada agenda, Ly y su esposo creen que "aprender" aquí es como jugar para estimular el interés de su hijo, sin presionarlo demasiado, pero respetando sus necesidades naturales de desarrollo. Si al niño no le gusta, los padres definitivamente no lo forzarán.
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Fuente: https://vtcnews.vn/be-trai-9-thang-tuoi-bap-be-biet-noi-nho-phuong-phap-dac-biet-cua-me-ar872653.html
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