Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la circulación continua del SARS-CoV-2 y la aparición de variantes requieren una vigilancia constante y un mecanismo mundial de seguimiento, vigilancia y evaluación.
El TAG-CO-VAC (Grupo Técnico Asesor sobre la Evolución del SARS-CoV-2) de la OMS ha celebrado reuniones para evaluar el impacto de la evolución del SARS-CoV-2 en la composición del antígeno de la vacuna contra la Covid-19 y asesorar a la OMS sobre si es necesario realizar cambios en la composición de la vacuna.
El aislamiento y secuenciación de genes para evaluar las mutaciones del SARS-CoV-2 ayuda a producir vacunas altamente efectivas para prevenir y controlar epidemias.
Desde mayo, TAG-CO-VAC recomienda el uso de la progenie monovalente XBB.1, como XBB.1.5, como antígenos vacunales. Varios fabricantes (que utilizan plataformas de vacunas basadas en ARNm, vectores virales y proteínas) han actualizado la composición del antígeno de su vacuna contra la COVID-19 a la formulación XBB.1.5, cuyo uso ha sido aprobado por las agencias reguladoras.
Más recientemente, TAG-CO-VAC se reunió del 4 al 5 de diciembre para revisar la evolución genética y antigénica del SARS-CoV-2 y la eficacia de las vacunas aprobadas contra las variantes circulantes del SARS-CoV-2.
La revisión bianual de la evidencia TAG-CO-VAC se basa en la necesidad de monitorear continuamente la evolución del SARS-CoV-2 y la dinámica de la inmunidad derivada de la vacuna.
La OMS ha proporcionado la última actualización (13 de diciembre) sobre la composición antigénica de la vacuna contra la Covid-19, indicando que el SARS-CoV-2 continúa circulando y evolucionando con una importante evolución genética y antigénica de la proteína de pico.
La vacuna contra la COVID-19 XBB.1.5, en diferentes plataformas, genera respuestas de anticuerpos neutralizantes con reactividad cruzada contra las variantes circulantes del SARS-CoV-2. Dada la evolución del SARS-CoV-2 actual y la amplia respuesta inmunitaria demostrada por la vacuna monovalente XBB.1.5 contra las variantes circulantes, TAG-CO-VAC recomienda mantener el componente antigénico de la vacuna contra la COVID-19 actual, es decir, la XBB.1.5 monovalente, como antígeno de la vacuna contra la COVID-19.
Junto con la información más reciente sobre la composición antigénica de las vacunas contra la Covid-19, la OMS también dijo que los programas de vacunación pueden seguir utilizando cualquier vacuna contra la Covid-19 en la lista de uso de emergencia de la OMS o que haya sido precalificada.
Respecto a la función de los antígenos en la producción de vacunas, un experto en vacunas y vacunación explica que, por lo general, las vacunas contienen partes debilitadas o inactivas de un organismo específico (antígenos). Una vez en el organismo, las vacunas generan una respuesta inmunitaria (produciendo anticuerpos específicos contra el antígeno), lo que ayuda al organismo a combatir enfermedades cuando se infecta con ese patógeno.
Los virus, incluido el SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, evolucionan con el tiempo. A medida que un virus se replica o se copia, a veces sufre ligeras modificaciones, lo cual es normal. Estos cambios se denominan «mutaciones».
Un virus con una o más mutaciones nuevas se denomina "variante" del virus original.
La mayoría de las mutaciones en los virus tienen poco o ningún efecto en su capacidad de causar infecciones y enfermedades. Sin embargo, dependiendo de dónde se encuentren los cambios en el material genético del virus, pueden afectar sus propiedades, como su transmisibilidad (por ejemplo, puede propagarse con mayor o menor facilidad) o su gravedad (por ejemplo, puede causar enfermedades más o menos graves).
( Organización Mundial de la Salud)
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