La ilusión italiana
Hay una estadística particular que se extrae tras la derrota de Italia ante Suiza: desde 2016 hasta ahora, los actuales campeones siempre han parado en los octavos de final. Se trata de la derrota de España (campeona en 2012) contra Italia en la Eurocopa 2016, de Portugal (campeón en 2016) contra Bélgica en la Eurocopa 2020 y ahora la derrota de Italia (campeona en 2020) ante Suiza.
Que se le llame "maldición" o no depende del punto de vista. Pero hay una opinión en la que expertos y aficionados coinciden tras el partido de anoche: Italia fue eliminada por su pobreza, no por ninguna maldición.
La tristeza de la selección italiana
La imagen del fútbol italiano en los últimos 20 años queda resumida en la declaración del defensa Massimo Oddo (que jugó en el AC Milan): "lo peor para el fútbol italiano fue el campeonato mundial de 2006, porque dio a los italianos la ilusión de que tenían un fútbol fuerte".
De hecho, tras el Mundial de 2006, la selección italiana fue eliminada en la fase de grupos de los Mundiales de 2010 y 2014, y posteriormente no participó en los de 2018 y 2022. La gloriosa victoria en Berlín de aquel año fue como una piedra arrojada a un lago, hundiéndose, con manchas que apenas duraron unos segundos.
Lamentablemente para la selección italiana, la Eurocopa 2020 podría ser igual. No tiene otro valor que apaciguar a un equipo o a un fútbol que ya no merece la pena mencionar.
¿Merecía Italia ganar la Eurocopa 2020? Por supuesto que sí. El equipo azul ganó desde el primer partido hasta el campeonato, con un fútbol ofensivo atractivo y una actitud valiente y tenaz. Sin embargo, la tenacidad desapareció cuando la dupla de la vieja guardia, Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini, abandonó el equipo. Y la belleza se esfumó tras la lesión de Federico Chiesa, la estrella más brillante de Italia en el torneo de ese año.
El equipo italiano es un colectivo desarticulado y débil.
La selección italiana alcanzó la cima de Europa gracias a una plantilla de jugadores con potencial que alcanzaron su máximo nivel al mismo tiempo. Sin embargo, el campeonato no ayudó al equipo azulgrana a impulsarse, ya que el fútbol italiano carecía de talento inherente, con solo una generación de jugadores que habían ganado la Eurocopa ese año.
Prueba de ello es que, justo después de la Eurocopa 2020, Italia fue eliminada de la fase de clasificación para el Mundial de 2022 por Macedonia del Norte. Al igual que en el Mundial de 2006, un trofeo no basta para que el fútbol italiano resurja del abismo.
El entrenador Spalletti debe asumir la responsabilidad
En el pasado, la selección italiana causó sensación con su heroico himno nacional. Sin embargo, irónicamente para Italia, tras la derrota contra Suiza, este detalle se usó para burlarse. «La selección italiana solo sirve para cantar el himno nacional», es una opinión que se ha extendido con cientos de miles de interacciones en redes sociales.
El entrenador Luciano Spalletti puede culpar al fútbol por ser demasiado cruel, pero también tiene algo de culpa. La República criticó al equipo italiano como "uno de los equipos más feos en muchos años". No se trata solo de la fuerza, sino también de la forma en que Spalletti usa a la gente y dirige a las tropas.
El entrenador Spalletti no es "inocente"
¿Cómo puede Mateo Darmian, quien falló un penalti en la derrota de Italia en cuartos de final ante Alemania en la Eurocopa 2016, seguir en la Eurocopa 2024? El defensa fracasó en el Manchester United y no tiene talento, pero Spalletti aún tiene que aprovecharlo.
Gianluca Scamacca, un jugador que ni siquiera pudo quedarse en el West Ham a pesar de su alto precio de traspaso, fue elegido por Spalletti para liderar el ataque de la selección italiana. Stephan El-Shaarawy, un jugador que no ha estado en la cima de Europa durante muchos años, aún cuenta con la confianza de Italia.
El fútbol italiano carece de jugadores de calidad, como han comentado Carlo Ancelotti y José Mourinho. Sin embargo, con el uso de jugadores por parte del exentrenador del Nápoles, quizá no haya suficientes. La selección italiana jugó de forma desorganizada e inconexa contra Suiza, pero este estilo de juego se hizo evidente en la fase de grupos. La única diferencia es que Italia avanzó porque sus oponentes cometieron más errores.
Pero el entrenador Spalletti no aprendió la lección. No pudo hacer nada para revitalizar al débil ejército, salvo declaraciones vacías.
La selección italiana perdió porque... no había nada que ganar. No hubo lágrimas por Italia tras la derrota. El entrenador Spalletti y su equipo no lo merecían.
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Fuente: https://thanhnien.vn/dung-khoc-cho-nguoi-y-185240630140757557.htm
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