Construida en 1966, la heladería cubana «Parque Coppelia» cuenta con una cúpula de dos pisos inspirada en la icónica catedral de Brasilia de Oscar Niemeyer. Afuera, la gente hace fila para comprar helado todos los días, y el moderno entorno del parque, con cientos de mesas, tiene capacidad para hasta 1000 personas a la vez.
Según la historia, el presidente cubano Fidel Castro fue quien propuso la construcción del Parque Coppelia poco después del triunfo de la revolución comunista. También se dice que encargó 28 tarrinas de helado al fabricante estadounidense Howard Johnson's. Tras probarlas, decidió crear su propia marca cubana de helados, más grande y sabrosa, pero lo suficientemente barata como para que cualquiera pudiera comprarla. Su idea fue todo un éxito, y hasta el día de hoy, miles de personas siguen disfrutando de helados subvencionados en el Parque Coppelia, la heladería más grande del mundo .
“Antes de la revolución, a los cubanos les encantaba el helado Howard Johnson. Era nuestra manera de demostrar que podíamos hacer las cosas mejor que los estadounidenses”, declaró el presidente Fidel Castro a un periodista visitante poco después de la inauguración del Parque Coppelia.
Hubo una época en que incluso algunos turistas estadounidenses admitían que el Parque Coppelia servía el mejor helado del mundo. Había docenas de sabores diferentes. Veintiséis de estos sabores eran particularmente excepcionales y los líderes cubanos los presentaban con frecuencia a líderes mundiales como un motivo de orgullo.
Hubo una época en que Cuba no podía producir suficiente mantequilla ni leche en polvo, y la cadena de suministro de mantequilla y leche en polvo se interrumpió, obligando a la gente a elegir entre mantequilla y helado. Finalmente, el país amante del helado decidió reducir la ración de mantequilla. Coppelia ya no ofrece tantos sabores como antes, pero la gente aún podía disfrutar de helado allí en cualquier momento durante el racionamiento.
Incluso hoy, la heladería más grande del mundo sigue siendo muy popular en La Habana. Es donde la mayoría de los niños celebran sus cumpleaños, donde las parejas tienen su primera cita y es una de las principales atracciones turísticas de la capital cubana. Y a unos 5 pesos cubanos la bola, es sin duda una visita obligada en Cuba.
Según OC
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