Se espera que la economía china siga creciendo a un ritmo del 5 % en 2023, una tasa de crecimiento impresionante según los estándares internacionales. (Fuente: Getty) |
Recientemente, la cadena de noticias Project Syndicate publicó un análisis del profesor Yang Yao del Centro de Investigación Económica de China en la Universidad de Pekín.
Según este profesor, la economía china en 2023 fue decepcionante, hasta el punto de que algunos observadores afirmaron que el país había superado su período de máximo crecimiento y había comenzado a decaer. Sin embargo, es demasiado pronto para descartar la resiliencia de la segunda economía más grande del mundo .
Crecimiento impresionante
A principios de 2023, el levantamiento de las restricciones de "Cero Covid" despertó optimismo en China, lo que se reflejó en un aumento del consumo. Sin embargo, el panorama económico se ha ensombrecido significativamente, con un descenso de las exportaciones, ventas minoristas desalentadoras, débiles beneficios empresariales, recortes en el gasto de los gobiernos locales y debilidad en el sector inmobiliario en el segundo trimestre de 2023.
La confianza empresarial nacional está por los suelos y las empresas extranjeras están preocupadas. En noviembre de 2023, China registró una inversión extranjera directa (IED) neta negativa por primera vez.
Sin embargo, el profesor Yang Yao dijo que es probable que la segunda economía más grande del mundo alcance una tasa de crecimiento del 5% en 2023, un aumento impresionante según los estándares internacionales.
Lo más importante, evaluó el profesor, es que la economía de China todavía tiene mucho "combustible en el tanque": tasas de ahorro récord significan que el país tiene recursos financieros baratos para la inversión y la innovación.
China ha invertido mucho en tecnologías como la energía renovable, los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial, todas las cuales darán forma a la economía global durante las próximas décadas.
El país también está desarrollando capacidades en tecnologías emergentes como la fusión nuclear, la computación cuántica, las comunicaciones cuánticas y los semiconductores fotónicos. Este tipo de estrategia puede ser eficaz, como lo demuestran los éxitos económicos de muchos países, como Japón en las décadas de 1970 y 1980.
Sin embargo, China también enfrenta obstáculos para su crecimiento. Las tensiones geopolíticas , especialmente los esfuerzos liderados por Estados Unidos para desvincular la economía de China, están frenando la entrada de IED al país, lo que impulsa a las empresas a diversificar su producción.
Pero en lugar de abandonar el mercado por completo, muchas empresas extranjeras están optando por una estrategia “China+1”, abriendo nuevas instalaciones en terceros países y manteniendo sus operaciones en la segunda economía más grande del mundo.
La razón es sencilla. El mercado chino representa el 30 % del valor añadido manufacturero mundial, equivalente a la participación combinada de Alemania, Japón y Estados Unidos. Por ello, el país aún ofrece a las empresas una ventaja de costes especialmente considerable.
Con la incorporación de un exceso de capacidad, el sector manufacturero chino seguirá prosperando. De hecho, el objetivo final de la iniciativa estadounidense de "disociación" es deslocalizar la capacidad manufacturera china, superando lo que Japón ha hecho desde la década de 1980.
Asimismo, se exagera el impacto negativo de las tendencias demográficas en el crecimiento a largo plazo. Es cierto que China está experimentando un envejecimiento y una disminución de su población. Pero a medida que la inteligencia artificial (IA) impulse la automatización en cada vez más sectores, la productividad aumentará y la demanda de mano de obra disminuirá.
Junto con mejoras en la educación, esto compensaría con creces la disminución de la fuerza laboral, creando incluso el problema opuesto de muy pocos empleos.
El distrito comercial central de Shenzhen, China. (Fuente: China Daily) |
Nuevos impulsores del desarrollo
El año que viene, según China Commentary Network de Hong Kong , la segunda economía más grande del mundo podría "conquistar" fácilmente su objetivo de crecimiento económico del 4,5%.
Sin embargo, China aún enfrenta grandes dificultades y desafíos. Por un lado, el sistema comercial mundial se encuentra actualmente fragmentado y dividido en diferentes partes por las zonas de libre comercio regionales.
Se puede decir que se trata de la utilización de nuevos métodos para restringir el desarrollo del comercio internacional mediante el proteccionismo comercial.
Por otro lado, el entorno internacional continúa deteriorándose, mientras que las relaciones geopolíticas se tornan más serias y complejas, lo que también generará conflictos y obstaculizará el desarrollo del comercio mundial. Por lo tanto, el país necesita enfocarse en una buena labor de prevención y en la elaboración de un plan de desarrollo científico, con énfasis en las siguientes tareas clave:
En primer lugar, ser leales al mercado interno y convertirlo en un mercado común grande y unificado. China no solo es un país populoso, sino también un gran mercado de consumo a nivel mundial. Resolver adecuadamente el problema de satisfacer las necesidades de consumo de la población puede impulsar el crecimiento sostenible de la segunda economía más grande del mundo.
En segundo lugar, es fundamental fortalecer las exportaciones, pero sin ser subjetivo en absoluto y concentrándose en resolver el problema de la modernización de los productos. Actualmente, la exportación de vehículos eléctricos de todo tipo se está convirtiendo en un nuevo punto de inflexión en el comercio internacional de China.
Sin embargo, el desarrollo de la industria de vehículos eléctricos también tiene sus propias reglas. Cuando el coste marginal (costo total de producción del producto) de los componentes principales de los vehículos eléctricos aumenta cada vez más, mientras que la eficiencia marginal disminuye cada vez más, el desarrollo se enfrentará a un "efecto cuello de botella" (estancamiento y contracción).
La clave para resolver este problema reside en apoyarse en la innovación científica y tecnológica para reducir drásticamente el coste de producción de las baterías y otros componentes importantes de los vehículos eléctricos. Al mismo tiempo, debemos aplicar medidas más prácticas y eficaces y buscar nuevos impulsores para impulsar el desarrollo.
Hoy en día, con el rápido desarrollo de la industria del gas, el hidrógeno y el metano se están convirtiendo gradualmente en nuevas fuentes de energía. En una perspectiva más amplia, el dióxido de carbono no es un contaminante que cause el calentamiento climático, sino una nueva fuente de energía renovable.
La Red de Comentarios de China de Hong Kong (China) declaró: «Si estos gases se aprovechan adecuadamente y se crea una nueva industria del gas, la economía china contará con un nuevo motor de desarrollo. La energía fotovoltaica (solar) no es una tecnología nueva y el país ha acumulado una amplia experiencia en la fabricación de equipos para este campo».
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