Base aérea de Ain al-Asad (Foto: Reuters).
Reuters citó a un funcionario estadounidense anónimo diciendo que varios miembros del personal estadounidense resultaron levemente heridos y un miembro de la fuerza de seguridad iraquí resultó gravemente herido en el ataque del 20 de enero a la base aérea de Ain al-Asad.
Los informes iniciales indicaron que la base fue alcanzada por un misil balístico, dijo la fuente, pero dejó abierta la posibilidad de que se utilizaran cohetes. Se está llevando a cabo una investigación.
Dos fuentes de seguridad iraquíes y una fuente del gobierno dijeron que la base fue alcanzada por múltiples cohetes disparados desde dentro de Irak.
La agencia de noticias iraquí Shafaq citó a una fuente de seguridad diciendo que la base Ain al-Asad en la provincia occidental iraquí de Anbar fue alcanzada por al menos 15 misiles.
La fuente reveló que los misiles fueron lanzados desde la ciudad iraquí de Albaghdadi, sin proporcionar más información.
Yahya Rasool, portavoz del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas iraquíes, confirmó que el ataque hirió a un soldado iraquí y causó daños materiales.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en octubre pasado, las instalaciones militares estadounidenses en Irak han sido atacadas al menos 58 veces y sus emplazamientos en Siria, 83 veces. Las armas utilizadas fueron misiles y vehículos aéreos no tripulados.
Se cree que grupos militantes respaldados por Irán están detrás de los ataques, aparentemente en represalia por el apoyo de Estados Unidos a Israel contra Hamás.
Estados Unidos tiene actualmente 900 soldados en Siria y 2.500 en Irak, con la misión, según afirma, de liderar una coalición internacional contra la organización terrorista EI.
La oficina del primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, anunció medidas para solicitar la retirada de las fuerzas estadounidenses después de que Washington llevara a cabo un ataque con drones dentro de Irak.
El Pentágono afirmó que el ataque eliminó a un líder de una milicia acusado de estar detrás de ataques contra estadounidenses. Sin embargo, Irak condenó el ataque, afirmando que "excedía el espíritu y la letra de la misión de la coalición internacional".
El Pentágono afirmó que no había sido informado formalmente de ningún plan para poner fin a la presencia militar estadounidense en Irak y destacó que sus tropas fueron desplegadas allí a petición del gobierno de Bagdad.
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