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Para rectificar la situación de tutoría y aprendizaje ilegal, el Ministerio de Educación de China emitió una nueva regulación: los establecimientos de tutoría sin licencia serán multados con 100.000 yuanes (13.747 dólares).
Los estudiantes de primaria en la provincia de Guizhou, China, hacen sus tareas después de la escuela. |
La nueva normativa entra en vigor oficialmente el 15 de octubre de 2023. En consecuencia, el profesorado de secundaria y primaria que imparta asignaturas remuneradas sin autorización será severamente sancionado. Esta es la última medida del gobierno chino tras más de dos años de implementar la política de "doble reducción", que implica reducir las tareas escolares y las actividades extraescolares.
Según la normativa, varios centros de tutoría deben cerrar o convertirse en organizaciones sin fines de lucro, y no se otorgarán licencias a nuevos centros. Las escuelas también deben reducir las tareas diarias.
A finales del año pasado, el Ministerio de Educación de China emitió regulaciones que exigen que los programas de tutoría no incluyan contenido relacionado con la escuela y que las horas de clase no se superpongan con el horario escolar. Los proveedores de tutoría no pueden cobrar por períodos superiores a tres meses ni por 60 horas de clase. Además, no se pueden cobrar tasas de matrícula superiores a 5000 yuanes (687,56 dólares) por cursos mediante pagos únicos ni mediante métodos encubiertos, como recargas de tarjetas prepago.
La medida busca aliviar la presión sobre los niños y aumentar la tasa de natalidad del país mediante la reducción de los gastos familiares. Se considera que las elevadas tasas de matrícula, que ya superan los 100.000 yuanes (13.912 dólares) anuales en ciudades como Shanghái, agravan los ya de por sí graves problemas sociales de China, incluida su baja tasa de natalidad.
El Ministerio de Educación afirmó que, a pesar de la aplicación de estrictas medidas de gestión, las tutorías extraescolares continúan en diferentes niveles, y persiste el problema de los centros de tutoría privados que recaudan fondos y luego se marchan. Para evitar las inspecciones, algunos centros de formación han optado por operaciones clandestinas, y muchas clases de tutoría y preparación de exámenes operan de forma "guerrilla", como dar clases en edificios de oficinas camuflados en el exterior o trasladarse a una cafetería con alguien vigilando...
La feroz competencia académica y una cultura que valora las calificaciones han impulsado el crecimiento exponencial de la industria de las tutorías extraescolares en China en los últimos años. Antes de la introducción de la política de "doble descuento", casi el 80 % de los padres chinos admitían enviar a sus hijos a clases de tutoría extraescolares.
Los padres chinos gastan un promedio de 120.000 yuanes (16.500 dólares) al año en la educación extraescolar de sus hijos, y algunos llegan a gastar hasta 300.000 yuanes (41.000 dólares), según la Asociación Nacional de Educación. Más del 40 % de los padres consideran que no les queda otra opción que enviar a sus hijos a clases extraescolares debido a la intensa presión competitiva.
Por lo tanto, si bien las nuevas regulaciones del Ministerio de Educación son bien recibidas, según algunos expertos en educación, sin cambios en el sistema nacional de exámenes, la necesidad de clases particulares no disminuirá. Actualmente, el examen nacional de China solo utiliza las puntuaciones para determinar si los estudiantes cumplen los requisitos para ser admitidos en una buena escuela o universidad.
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