aumento de peso
De hecho, cuanto más hambre tengas, más probable será que comas más tarde, afirma el nutricionista Wesley Delbridge. Si esperas a tener muchísima hambre para comer, tu nivel de azúcar en sangre puede bajar tanto que te sentirás tentado a comer cualquier cosa que veas.
Peor aún, dormir con el estómago vacío puede fácilmente llevarnos a comer en exceso en el desayuno, causando que el nivel de azúcar en sangre se eleve a niveles poco saludables y haciendo que nuestro metabolismo funcione de forma anormal durante el resto del día.
pérdida muscular
Todas esas horas de duro trabajo en el gimnasio serán en vano si te acuestas con hambre. Según un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología, tu cuerpo no tendrá los nutrientes necesarios para convertir las proteínas en músculo. Acostarse con hambre durante largos periodos puede incluso dañar el corazón.
Para aprovechar al máximo su día y evitar la pérdida muscular, trate de cenar unas horas antes de acostarse, asegurándose de que tenga un alto contenido de proteínas, dicen los investigadores.
Dificultad para dormir, sueño deficiente
Cuando usted se va a la cama con el estómago vacío, puede experimentar sensaciones de malestar y antojos de comida durante toda la noche, lo que hace que sea difícil permanecer dormido durante las primeras cuatro horas aproximadamente.
Falta de energía para el nuevo día.
Si te acuestas con hambre, te faltará energía al día siguiente, lo que puede afectar tu capacidad para trabajar y participar en actividades. Por la mañana, tu cerebro y tu cuerpo necesitan más energía, y si has pasado la noche sin energía suficiente, no podrás almacenarla para el día siguiente.
Muchos investigadores han demostrado que acostarse con hambre puede tener muchos efectos negativos, especialmente falta de energía, y puede afectar tanto la salud física como la mental. También puede causar síntomas como fatiga y depresión.
Investigadores de la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.) descubrieron que los hombres que consumían 30 gramos de proteínas como suplemento antes de acostarse tenían un gasto energético en reposo mayor a la mañana siguiente que los que se iban a dormir con hambre.
Más irritable
Trabajar con el estómago vacío puede ser desagradable, e ir a trabajar con el estómago vacío la noche anterior puede convertirte en una persona muy desagradable. Incluso hay evidencia científica que respalda estos peligrosos cambios de humor.
Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) descubrieron que los niveles de serotonina, una hormona que regula el comportamiento, comienzan a fluctuar cuando las personas se ven privadas de comida, lo que afecta a partes del cerebro que ayudan a las personas a controlar su ira.
Perder peso
Los nutricionistas afirman que comer bocadillos frecuentemente a altas horas de la noche puede provocar aumento de peso. Acostarse con el estómago lleno puede provocar un aumento repentino de los niveles de insulina y glucosa en sangre. Dado que el cuerpo es menos activo por la noche, convierte esa energía extra en grasa mientras duermes. Para minimizar el riesgo de subir de peso, algunos expertos recomiendan dejar pasar al menos 12 horas entre la cena y el desayuno.
En un estudio publicado en la revista Cell Metabolism, científicos descubrieron que los ratones que ayunaron durante 16 horas (y aun así consumieron alimentos ricos en grasas y calorías) estaban casi tan delgados como los que siguieron una dieta saludable. Sin embargo, es importante elegir siempre alimentos saludables a lo largo del día. Equilibra los nutrientes en cada comida y consume suficiente proteína y fibra para evitar los ruidos estomacales que pueden afectar la calidad del sueño.
Cómo prevenir el hambre a la hora de dormir
Para evitar sentir hambre a la hora de dormir, necesitas ajustar tu dieta de forma científica. Aquí tienes algunas sugerencias para ayudarte a solucionar este problema:
Determina la cantidad exacta de calorías que necesitas consumir diariamente: Planifica bien tus comidas y divídelas en varias comidas pequeñas a lo largo del día. Normalmente, una dieta equilibrada para adultos es de unas 2000 calorías al día.
- Cumplir con los horarios de las comidas: Asegúrate de mantener el horario y la constancia en tus comidas principales todos los días. Al mismo tiempo, no olvides incluir refrigerios saludables cuando sea necesario para tu cuerpo.
Diversifica tu dieta: Asegúrate de incluir alimentos variados en tu dieta. Incluye verduras, frutas, alimentos ricos en proteínas, productos lácteos bajos en grasa y cereales integrales en tus comidas diarias.
- Evite los alimentos poco saludables: Limite y evite los alimentos con alto contenido en sal, azúcar refinada y grasas saturadas, ya que no son saludables.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/thuong-xuyen-de-bung-doi-khi-di-ngu-dieu-gi-se-xay-ra.html
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