Simulación de un buque de guerra ruso bajo ataque (fuente: Ministerio de Defensa ruso) |
El peligro de los misiles de crucero para los buques de guerra rusos
Dos días después, en la noche del 26 de diciembre, el puerto de Feodosia, en Crimea, fue atacado por aviones tácticos ucranianos con misiles de crucero Storm Shadow, de fabricación británica y francesa, con un alcance de hasta 1000 km. Uno de los pocos grandes buques de desembarco rusos, el Novocherkassk, anclado en el puerto, sufrió graves daños. El Ministerio de Defensa ruso confirmó oficialmente que el barco se incendió y se hundió en el lugar. Según algunos informes, el barco podría transportar valioso cargamento militar , como aviones de ataque no tripulados Geran, y también hubo bajas. A su regreso, los dos Su-24 que atacaron el puerto ucraniano fueron interceptados y destruidos por cazas rusos.
¿Por qué la Armada rusa sigue sufriendo pérdidas a pesar de no haber entrado en combate? Sigamos a los analistas militares rusos para descifrar este caso específico.
El Storm Shadow/SCALP-EG es un misil occidental de largo alcance y difícil de detectar (desde menos de 300 km hasta más de 550 km). Se lanza desde bombarderos Su-24 (de la era soviética), modernizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania y puestos en servicio en la primavera de 2023. Para realizar vuelos a baja altitud, el equipo de navegación del misil recibe datos del terreno a lo largo de su trayectoria. Los cálculos del terreno permiten que el misil se mueva con gran sigilo, por lo que, en algunos casos, los radares de defensa aérea no los detectan al escanear el espacio aéreo.
Misil de crucero Storm Shadow montado en un bombardero |
En ese momento, los sistemas rusos de defensa aérea terrestre desplegados en las tierras bajas del norte de la península de Crimea habrían tenido dificultades para detectar el misil, que volaba en una trayectoria compleja desde el mar hacia el sur, y habrían quedado ocultos tras las montañas de Crimea. Incluso si el misil se hubiera detectado cerca de su destino, habría habido poco tiempo para interceptarlo.
En este sentido, los expertos rusos creen que dicho cálculo de la trayectoria de vuelo del misil no puede realizarse sin la participación de expertos occidentales. Los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento estadounidenses RQ-4B Global Hawk informan periódicamente a Ucrania sobre la ubicación de los sistemas de defensa aérea rusos, por lo que no es difícil trazar una trayectoria para que el misil escape de los sistemas de radar rusos.
A medida que el ejército ucraniano recibió misiles de crucero de largo alcance anglo-franceses y, en el futuro, misiles balísticos estadounidenses, el Ministerio de Defensa ruso se vio obligado a tomar la difícil decisión de transferir los buques de superficie de la Flota del Mar Negro desde la base principal en Sebastopol a Novorossiysk, Feodosia e incluso a la región aliada de Rusia, Abjasia.
Sin embargo, los sucesos del 26 de diciembre demostraron que esto no sirvió de mucho. Los Su-24 ucranianos lograron acercarse al buque de desembarco Novocherkassk incluso al otro lado de la costa de Crimea, en Feodosia. No está del todo claro si provenían únicamente del continente, donde las fuerzas de defensa aérea de Crimea custodiaban la zona, o si se acercaron sigilosamente por mar, eludiendo toda la península.
Problemas que enfrenta la Flota rusa del Mar Negro
El Novocherkassk no fue el primer buque de guerra de la Flota del Mar Negro perdido en la campaña, ni siquiera el segundo gran buque de desembarco atacado. El 24 de marzo de 2022, varios grandes buques de desembarco rusos fueron atacados mientras descargaban carga en el puerto de Berdyansk. El Tapir BDK del Proyecto 1171, también conocido como Saratov, sufrió graves daños y se hundió en el muelle. Los demás buques pudieron zarpar tras extinguirse los incendios.
En agosto de 2022, un barco no tripulado ucraniano embistió el costado del gran buque de desembarco Olenegorsky Gornyak, atracado en el puerto de Novorossiysk. El 13 de septiembre de 2023, el BDK Minsk fue alcanzado por un misil de crucero suministrado por el Reino Unido y Francia mientras se encontraba en el dique seco del Astillero Sebastopol. El submarino Rostov del Don, con base allí, también resultó dañado. Y esta no es una lista completa de las pérdidas de la Armada rusa en menos de dos años.
El principal problema de la Armada rusa es que actualmente no cuenta con un fondeadero verdaderamente seguro en el Mar Negro. Además de los misiles de crucero suministrados por Occidente, Ucrania está desarrollando versiones más potentes y de mayor alcance del misil antibuque Neptuno, que puede lanzarse desde bombarderos.
Para hacer frente a estas realidades cada vez más duras, según los analistas militares rusos, Rusia necesita tomar medidas sustanciales:
En primer lugar, es necesario plantear preguntas sobre la respuesta del mando de la Flota del Mar Negro a lo que está sucediendo en la región, sobre su responsabilidad y todas las pérdidas que podrían haberse evitado.
En segundo lugar, es necesario fortalecer las capacidades de defensa aérea de Crimea y la aviación naval de la Armada rusa, y enviar buques de superficie adicionales al Mar Negro por las vías navegables interiores. Se trata principalmente de corbetas de la clase Karakurt con buenos sistemas de defensa aérea naval, pequeños buques de desembarco y pequeños buques antisubmarinos, así como dragaminas.
En tercer lugar, en el futuro, todos los buques de guerra construidos en Rusia, desde los grandes buques de desembarco hasta los rompehielos de patrulla, deberán estar equipados con al menos algún tipo de sistema de defensa aérea moderno para autodefensa.
Perseguir misiles es una tarea difícil, por lo que los expertos militares rusos creen que es mucho mejor destruir los aviones de ataque equipados con misiles en su base de lanzamiento. Hay bombarderos con misiles estacionados en algún lugar. Allí se transportan misiles, combustible y personal de servicio. Por lo tanto, es necesario encontrar estas ubicaciones y destruirlas todas antes del lanzamiento. Según Rusia, a Ucrania solo le quedan una docena de Su-24. Además, Rusia necesita movilizar aviones con sistemas de radar avanzados y cazas para estar de servicio 24/7 en el cielo del Mar Negro, interceptando y destruyendo aviones y misiles enemigos lanzados desde Odessa y Nikolaev.
Sin embargo, en general, es necesario fortalecer aún más el ejército ruso y prepararse para operaciones ofensivas a gran escala. El futuro de la región del Mar Negro, así como de otras zonas donde Rusia lleva a cabo operaciones militares, debe decidirse en tierra, no en el mar.
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