Hermosos pueblos de Guizhou transformados por el turismo
Los modelos de desarrollo de turismo verde sostenible se están extendiendo con fuerza, mostrando claramente una tendencia global: difundir estilos de vida en lugar de sólo vender productos.
De tejedora a narradora de historias de vida verde
En la aldea de Fengdengdong, provincia de Guizhou, hogar de la comunidad étnica Dong, la historia de Yang Chenglan es un ejemplo inspirador.
Desde que regresó a su ciudad natal en 2016, ha revivido la artesanía tradicional del tejido de brocado. Pero lo que realmente la distingue no son solo sus ventas anuales que superan el millón de yuanes, sino la forma en que "transforma" esos productos en una experiencia inmersiva para los turistas.
“Quiero que compren brocado y que vivan con él, desde tejer, teñir, bordar, hasta sentarse a comer con los aldeanos. Esa es la única manera de que la cultura no solo se conserve, sino que también se difunda”, compartió la Sra. Lan.
Los precios de las experiencias prácticas varían entre 100 y varios cientos de yuanes, un precio razonable, pero que ofrece un gran valor tanto para los huéspedes como para la comunidad local.
Muchos turistas han regresado una segunda o tercera vez, no por falta de productos, sino porque “extrañan” la sensación de vivir al ritmo local.
De “Cun Chao” a “Maratón del Pueblo”: Cuando el campo se convierte en un escenario vivo
La provincia de Guizhou, considerada una tierra rica en cultura pero pobre en infraestructura, está experimentando una fuerte transformación a medida que se celebran regularmente eventos culturales y deportivos con la marca de cada aldea, que atraen a un gran número de jóvenes urbanos.
Nombres como “Torneo de Baloncesto de la Aldea Cun BA”, “Maratón de la Aldea” y “Asociación de Canto Folklórico” ya no son extraños en las plataformas de redes sociales chinas.
Por ejemplo, el torneo de fútbol de la aldea "Cun Chao", celebrado en el distrito de Dung Giang en 2023, recibió a más de 2,41 millones de visitantes solo en los primeros cinco meses de 2025, un aumento de casi el 12% respecto al mismo período.
La gente viene aquí a ver fútbol. Y, lo que es más importante, a degustar la gastronomía local, cantar canciones populares con los lugareños, tomarse fotos con el paisaje montañoso y, sobre todo, a disfrutar de un estilo de vida tranquilo, verde y profundo.
“Cun Chao no se trata solo de fútbol, sino de cultura viva. Es donde aprendí cómo la gente celebra los festivales, cultiva verduras y canta canciones populares. Cada viaje es una lección viviente”, dijo Wu Qilin, un turista de Chengdu.
El desarrollo del turismo ayuda a crear medios de vida para la población local y a preservar la cultura tradicional.
Turismo verde: la puerta hacia medios de vida sostenibles y la preservación cultural
Según datos del Ministerio de Cultura y Turismo de China, en el primer trimestre de 2025, el turismo rural atrajo a 707 millones de visitantes, un 8,9 % más que en el mismo período del año anterior. Estas cifras ya no son simples cifras, sino que reflejan cambios integrales, desde el paisaje hasta la vida de las personas.
La Sra. Yang Lu, subdirectora del Departamento de Cultura, Deportes, Radio, Televisión y Turismo del Distrito de Dung Giang, comentó: «El turismo rural hoy en día no se trata simplemente de contemplar hermosos paisajes o comprar especialidades. Queremos que los turistas vivan realmente en el pueblo, donde conecten emocionalmente, experimenten la artesanía, degusten platos tradicionales y se lleven recuerdos culturales».
Muchas localidades han sabido “empaquetar” productos agrícolas , culturales y naturales en experiencias integrales, desde cultivar un día, tejer brocados, guiar búfalos hasta arar, dormir en casas de tierra y contar cuentos populares.
Ese es el estilo de vida que se está extendiendo, no es ruidoso, no está industrializado, pero está lleno de valor emocional y también aporta valor económico.
Experimente la vida con un rico sabor chino
Otro modelo notable se lleva a cabo en la ciudad de Maotai, en la ciudad de Zunyi, la cuna del famoso baijiu.
Las destilerías ya no solo sirven para vender vino, sino que se han convertido en experiencias culturales, culinarias y paisajísticas. Los visitantes pueden recorrer el proceso de elaboración, probar mezclas, degustar especialidades que maridan con el baijiu y alojarse en casas de familia que se consideran "bodegas antiguas".
Al pasar de "vender productos" a "vender experiencias de vida", los negocios locales se dan cuenta de que el valor añadido no reside en la botella de vino, sino en la historia y la atmósfera que la rodea. Este es también su enfoque hacia el consumo ecológico: fomentar el disfrute pausado y una conexión más profunda y sostenible con el medio ambiente y la comunidad.
Lecciones para Asia y el mundo: El turismo es la economía y la cultura de la vida
El auge de los modelos de turismo verde en la China rural demuestra que con la inversión adecuada y la comprensión de la identidad, las aldeas pueden convertirse en centros creativos para el desarrollo sostenible.
Los valores tradicionales no están “congelados” en los museos, sino que cobran vida a través de cada festival, canción, plato y tejido a mano.
Más importante aún, este cambio está contribuyendo a mejorar la vida de la población rural de manera sustancial, sin sacrificar la identidad.
Personas como Duong Thanh Lan no sólo se convierten en empresarios exitosos, sino que también preservan y difunden la cultura de una manera moderna, humana y ecológica.
En el contexto del movimiento global hacia el desarrollo del turismo responsable, la China rural está abriendo una dirección que vale la pena aprender: el desarrollo del turismo sustentable no necesita destruir el presente, sino sólo entender y apreciar el pasado, para luego contarlo en un lenguaje vivo, cercano a la generación actual.
Fuente: https://bvhttdl.gov.vn/nong-thon-trung-quoc-chuyen-minh-nho-du-lich-xanh-20250709060353151.htm
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