Los astrónomos han descubierto un nuevo planeta que orbita una estrella que tardó sólo 3 millones de años en formarse, bastante rápido en términos cósmicos.
El planeta "bebé", cuya masa se estima entre 10 y 20 veces la de la Tierra, es uno de los planetas más jóvenes fuera de nuestro sistema solar —conocidos como exoplanetas— jamás descubiertos. Se encuentra junto a los restos de un denso disco de gas y polvo que rodea a su estrella anfitriona (conocido como disco protoplanetario), el cual proporcionó los ingredientes para la formación planetaria.
Se espera que la estrella que orbita se convierta en un tipo de estrella llamada enana naranja, más caliente y menos masiva que el Sol. Tiene aproximadamente un 70 % de la masa del Sol y aproximadamente la mitad de su brillo. Se encuentra en la Vía Láctea, a unos 520 años luz de la Tierra. Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año: 9,5 billones de kilómetros (5,9 billones de millas).
"Este descubrimiento confirma que los planetas pueden estar en forma cohesiva en un plazo de 3 millones de años, algo que antes no estaba claro porque la Tierra tardó entre 10 y 20 millones de años en formarse", dijo Madyson Barber, estudiante de posgrado en física y astronomía en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y autora principal del estudio publicado en la revista Nature esta semana.
El planeta, denominado IRAS 04125+2902b y TIDYE-1b, orbita su estrella cada 8,8 días a una distancia de aproximadamente una quinta parte de la distancia entre Mercurio, el planeta más interior, y el Sol. Es menos denso que la Tierra y tiene un diámetro aproximadamente 11 veces mayor. Se desconoce su composición química.
Los investigadores lo descubrieron mediante el método de "tránsito", que analiza la disminución del brillo de la estrella anfitriona a medida que el planeta pasa frente a ella, desde la perspectiva de un observador terrestre. Fue detectado por el telescopio espacial TESS (Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito) de la NASA.
«Este es el planeta en tránsito más joven conocido. Está a la par de los planetas más jóvenes conocidos», dijo Barber.
Los exoplanetas que no se detectan con este método a veces se visualizan directamente con telescopios. Sin embargo, suelen ser exoplanetas gigantes, unas diez veces más grandes que Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Las estrellas y los planetas se forman a partir de nubes de gas y polvo entre estrellas.
Para formar un sistema estrella-planeta, la nube de gas y polvo colapsaría y rotaría formando un entorno plano, con la estrella en el centro y un disco rodeándola. Los planetas se formarían en ese disco. El disco luego se disiparía comenzando desde la región interna cerca de la estrella, explicó Barber.
Además, Barber añadió: «Anteriormente se creía que no podríamos encontrar un planeta en tránsito a una edad tan temprana porque el disco lo obstaculizaría. Pero por alguna razón que desconocemos, el disco exterior está deformado, lo que crea una ventana perfecta hacia la estrella y nos permite detectar el tránsito».
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/phat-hien-mot-hanh-tinh-so-sinh-moi-la-dang-hinh-thanh-khien-cac-nha-thien-van-hoc-to-mo/20241125021217997
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