Los astrónomos han descubierto un agujero negro estelar 33 veces más masivo que el Sol y también es el segundo agujero negro más cercano a la Tierra jamás registrado.
Ilustración del agujero negro estelar más grande de la Vía Láctea y la estrella que lo orbita. Imagen: ESO/L. Calcada
El agujero negro recién descubierto, llamado Gaia BH3, es 33 veces más masivo que el Sol, arrebatándole el título de agujero negro estelar más masivo de la Vía Láctea a Cygnus X-1, un agujero negro estelar con una masa 21 veces mayor que la del Sol. Gaia BH3 se encuentra a tan solo 2000 años luz de la Tierra, en la constelación del Águila, y es el segundo agujero negro más cercano jamás registrado a la Tierra. El agujero negro más cercano es Gaia BH1, que se encuentra a 1500 años luz de la Tierra.
“Nadie esperaba encontrar un agujero negro tan masivo acechando en las cercanías, sin detectar hasta ahora”, afirmó Pasquale Panuzzo, astrónomo del Observatorio de París del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia. El nuevo estudio se publicó en la revista Astronomy and Astrophysics el 16 de abril.
Los agujeros negros se forman a partir del colapso de estrellas masivas y crecen alimentándose de gas, polvo, otras estrellas y agujeros negros. Actualmente, se dividen en dos tipos principales: agujeros negros estelares (o agujeros negros de masa estelar), que son de varias a varias decenas de veces más masivos que el Sol, y agujeros negros supermasivos, que son de varios millones a 50 mil millones de veces más masivos que el Sol. También existen agujeros negros de masa intermedia, cuya masa se estima entre 100 y 100 000 veces mayor que la del Sol. Aunque existen varios candidatos potenciales, ningún agujero negro de masa intermedia se ha confirmado con certeza.
Para encontrar Gaia BH3, el equipo utilizó la sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), que cartografia las posiciones y movimientos de unos 2.000 millones de estrellas en la Vía Láctea. Al analizar los datos de Gaia, el equipo de astrónomos descubrió una extraña oscilación en la órbita de la estrella. La causa solo podía ser la atracción gravitatoria de un agujero negro compañero invisible. Por ello, analizaron con más detalle las observaciones de Gaia y los datos del Very Large Telescope (VLT) en el desierto de Atacama, Chile, confirmando finalmente la existencia del agujero negro. Las observaciones también les permitieron obtener una medición precisa de la masa del objeto.
El equipo desea profundizar en la investigación para comprender cómo se formó Gaia BH3 y cómo afecta a la materia circundante. Los resultados iniciales sugieren que su estrella compañera carece de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Esto respalda la hipótesis de que pequeños agujeros negros pueden formarse a partir de estrellas que fusionan menos combustible nuclear en elementos más pesados. El estudio de los agujeros negros ayuda a los científicos a comprender mejor la expansión del universo, cómo se forman y evolucionan las estrellas y los planetas, y también valida las teorías humanas sobre el universo.
Thu Thao (según Live Science )
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