Después de dos trimestres consecutivos de crecimiento, el PIB de Japón se volvió negativo en el tercer trimestre, debido al débil consumo y la inversión empresarial.
Las cifras publicadas el 15 de noviembre mostraron que el PIB de Japón se contrajo un 2,1 % en el tercer trimestre, una cifra mayor a la esperada. En el segundo trimestre, Japón creció un 4,5 %.
El PIB de Japón se contrajo debido a que el consumo y las exportaciones disminuyeron, lo que complicó los esfuerzos del Banco de Japón (BOJ) para flexibilizar gradualmente la política monetaria a medida que la inflación se acelera.
Las cifras del PIB también mostraron una inflación persistentemente alta que lastra el gasto de los hogares. La inflación también afecta a los fabricantes, en un momento en que la demanda mundial de bienes ya se está desacelerando.
"Sin un motor de crecimiento, no me sorprendería que la economía japonesa siguiera contrayéndose este trimestre. No se puede descartar el riesgo de una recesión. Un crecimiento débil podría llevar al Banco de Japón a retrasar el fin de los tipos de interés negativos", declaró Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.
Gente comprando en una tienda en Tokio (Japón). Foto: Reuters
Las autoridades japonesas esperaban que el consumo interno compensara la caída de la demanda de China y otros países. Sin embargo, el consumo se mantuvo estable en el tercer trimestre, tras caer un 0,9 % en el trimestre anterior, frente a las previsiones de los analistas de un aumento del 0,2 %.
La inversión empresarial también cayó un 0,6% en el tercer trimestre, el segundo trimestre consecutivo de descenso, contrariamente a las expectativas del BOJ de que una fuerte inversión respaldaría el crecimiento.
"Las decepcionantes cifras del tercer trimestre son una advertencia de que Japón aún no ha salido del túnel", dijo Stefan Angrick, economista de Moody's Analytics.
Afirmó que el aumento de las exportaciones, impulsado por el sector automotriz y el turismo , contribuyó a apuntalar el crecimiento en el segundo trimestre. "Pero esa tendencia se ha detenido, lo que pone de manifiesto la debilidad de la demanda interna", afirmó Angrick.
La economía japonesa se ha recuperado lentamente tras la reapertura pospandemia. Si bien la debilidad del yen ha impulsado las ganancias de los exportadores, los salarios no han aumentado lo suficiente como para compensar la inflación. Los ingresos reales ajustados a la inflación cayeron un 2,4 % en septiembre respecto al año anterior, el decimoctavo mes consecutivo de caídas.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha instado repetidamente a las empresas a aumentar los salarios. Japón también anunció recientemente un paquete de medidas para ayudar a la población durante un período de inflación. Sin embargo, los analistas dudan de que estas políticas sean eficaces para estimular la economía.
Ha Thu (según Reuters)
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