El yen subió frente al dólar estadounidense debido a que los datos de empleo de Estados Unidos fueron más débiles de lo esperado y los inversores especularon que las autoridades japonesas estaban a punto de intervenir.
En la sesión bursátil del 7 de julio, el precio del yen se incrementó un 1,4% frente al dólar estadounidense, alcanzando los 142 yenes por dólar. Este es el mayor aumento desde marzo.
El dólar cayó tras la caída de los datos del Departamento de Trabajo de EE. UU., que mostraron que el país creó la menor cantidad de empleos en dos años y medio en junio. Los nuevos empleos también disminuyeron en abril y mayo.
"La aversión al riesgo ha dominado el mercado esta semana. Los inversores también temen que las autoridades japonesas estén a punto de intervenir en el mercado cambiario", declaró a Reuters Joe Manimbo, analista senior de mercado.
El movimiento del tipo de cambio USD/JPY desde principios de año muestra que el yen japonés se ha estado debilitando continuamente recientemente.
El yen se ha debilitado desde mediados de junio, después de que el Banco de Japón (BOJ) anunciara el 16 de junio que mantendría sin cambios su tipo de interés a corto plazo en el -0,1 % y el límite de rendimiento de sus bonos a 10 años en el 0 %. Esta decisión, a diferencia del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), impulsó a los inversores a vender la moneda y a buscar otros canales con mayor rentabilidad.
El yen ha sido una de las monedas con peor rendimiento este año. El mes pasado, cotizó a 145 yenes por dólar estadounidense, un nivel no visto desde noviembre.
Ayer, Eisuke Sakakibara, exviceministro de Finanzas de Japón entre 1997 y 1999, predijo que el yen podría alcanzar su mínimo en tres años frente al dólar estadounidense, situándose en 160 yenes por dólar. A este nivel, afirmó, las autoridades japonesas podrían intervenir para respaldar la moneda nacional.
Esta semana, el Ministerio de Trabajo de Japón también anunció que los salarios de mayo aumentaron lo máximo desde principios de 1995. Esto reforzó aún más la opinión de que el Banco de Japón (BOJ) tendrá que cambiar su actual política monetaria ultra laxa.
“Han sido muy claros en que si hay evidencia de un crecimiento salarial más fuerte y sostenible, tendrán más confianza en que pueden alcanzar su objetivo de inflación y alejarse de una política monetaria laxa”, dijo Lee Hardman, estratega de MUFG.
Ha Thu (según Bloomberg, Reuters)
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