El yen japonés toca fondo por falta de señales claras de la autoridad monetaria
El yen japonés continuó depreciándose frente a otras divisas en la primera sesión de la semana, después de que la reunión de política monetaria del Banco de Japón (BOJ) no cumpliera con las expectativas del mercado. La presión depreciatoria también provino del aumento del rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años, mientras el mercado aguardaba más indicios sobre los futuros datos de inflación.
Como se esperaba, el Banco de Japón (BOJ) votó a favor de mantener sin cambios su tipo de interés de referencia en el 0,1% y mantuvo inalterada su política monetaria. El BOJ mantuvo su ritmo actual de compra de bonos gubernamentales en 6 billones de yenes (38.000 millones de dólares) mensuales, que reducirá en su reunión de julio. El BOJ tampoco dio indicios de que continuaría elevando los tipos de interés a corto plazo a niveles que el mercado no pudiera controlar. Algunos analistas esperaban que el banco central diera señales más claras en lugar de simples declaraciones generales.
El ex miembro de la junta directiva del BOJ Makoto Sakurai predijo que el BOJ probablemente no aumentaría las tasas de interés en julio y esperaría señales más claras sobre si los subsidios de verano y los aumentos salariales pueden ayudar a que el consumo se recupere mejor.
Es improbable que el Banco de Japón suba los tipos de interés a corto plazo, ya que ello impulsaría al alza los tipos hipotecarios y perjudicaría la ya débil inversión inmobiliaria. Si la economía y los precios evolucionan según sus previsiones, el banco central podría subir los tipos un 0,5 % para finales del próximo año, afirmó.
Katsuhiro Oshima, economista jefe de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, dijo que el BOJ podría estar tratando de allanar el camino para un recorte en las compras de bonos sin causar conmoción.
Según Takahide Kiuchi, exmiembro de la junta directiva del Banco de Japón (BOJ), la depreciación del yen no se limita al dólar estadounidense, sino que se ha extendido a otras monedas, incluido el euro. Esto se debe a que el BOJ se ha mostrado reacio a subir los tipos de interés a pesar de las presiones inflacionarias globales y no ha logrado evitar la depreciación de su propia moneda.
La economía se desacelera debido a la devaluación de la moneda.
El debilitamiento de la moneda japonesa se ha convertido en un problema para los responsables políticos, ya que eleva los precios de las importaciones, eleva el coste de la vida y perjudica el gasto del consumidor. Por otro lado, el turismo se ha beneficiado.
Los exportadores, que representan más de la mitad del índice bursátil Topix de Japón, han visto dispararse sus ganancias. Bank of America estima que cada apreciación del yen frente al dólar puede incrementar las ganancias operativas en un 0,5 % para las empresas del Topix 500, que sigue a las empresas más grandes de Japón.
En contraste, el PIB de Japón en el primer trimestre de 2024 disminuyó un 0,5 % con respecto al trimestre anterior y un 2 % con respecto al mismo período del año anterior. El Fondo Monetario Internacional pronostica que el PIB nominal de Japón será superado por el de India y caerá del cuarto al quinto puesto mundial el próximo año.
Las acciones japonesas cayeron más de un 6% a finales de mayo, ya que los inversores globales trasladaron sus fondos de Japón a otros mercados, como Hong Kong y China continental. La depreciación de la moneda también afectó al gasto de consumo, ya que el consumo privado y el gasto de capital disminuyeron debido al aumento de los costos de importación.
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Fuente: https://laodong.vn/kinh-doanh/du-bao-trien-vong-tang-gia-cua-dong-yen-khi-tin-hieu-tang-lai-suat-mo-nhat-1354125.ldo
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