Para un padre que disfruta de viajar solo como yo, siempre pensé que un viaje así cansaría muchísimo a la familia. Pero no, durante 4 días y 3 noches y más de 1200 km (principalmente puertos de montaña y conduciendo día y noche), toda la familia estuvo siempre en un estado sorprendentemente alerta y saludable...
El segundo día del Año Nuevo Lunar marca la primera vez que nos saltamos el Tet y salimos tan temprano. La razón es que mis padres han estado ocupados con el trabajo todo el año, así que pensé que necesitábamos un viaje para que los cuatro pudiéramos pasar más tiempo juntos.
De hecho, pasar el tiempo conduciendo, sentados juntos en la cabina, escuchando música, gritando o compartiendo historias ofrece a los miembros una razón para estar más juntos.
Cada día que pasa, no tenemos mucho tiempo para todo, no nos alcanza para recorrer todos los caminos, no importa a donde vamos, lo importante es ir juntos...
Esas son las confesiones del padre Tran Huy Thang, quien también es la persona que tomó la hermosa serie de fotografías cuando la primavera llega a las tierras altas...
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