(NB&CL) Además de la guerra, la violencia armada y las profundas divisiones geopolíticas globales, el mundo en 2024 sigue enfrentando otra gran batalla contra la desinformación, las noticias falsas y el fraude. Este problema será una historia legendaria difícil de erradicar y se prevé que se agravará cada vez más si el mundo no se une para tomar medidas drásticas.
Caos informativo: un peligro creciente La disrupción informativa, especialmente la desinformación y el ciberfraude, se considera una "pandemia global", una batalla común a nivel mundial en la que las organizaciones de noticias tradicionales, con su misión de proteger la verdad, deben desempeñar un papel protagónico. Sin embargo, esta batalla solo podrá tener éxito si se implementan medidas drásticas y fundamentales en cada país y en las organizaciones globales. |
Las noticias falsas, la desinformación y, especialmente, las actividades fraudulentas se han convertido en consecuencias inevitables y aspectos negativos de la nueva era mediática mundial. En resumen, el escenario ya no es exclusivo de las agencias de medios y los periódicos censurados. Como sabemos, la explosión de internet, los dispositivos de alta tecnología y, en especial, las redes sociales han hecho posible que cualquiera pueda convertirse en "periodista", "reportero" o incluso en "portavoz" seguido por millones de personas.
Redes sociales, un mundo sin reglas
Todo tiene dos caras. La explosión de las redes sociales ha traído consigo numerosos beneficios, como la rápida y amplia difusión de la información y el conocimiento. Hoy en día, la información sobre un accidente llega a todos en cuestión de minutos, incluso si ocurre al otro lado del mundo. La información sobre desastres naturales como inundaciones, tormentas, incendios forestales... también se actualiza rápidamente a través de las redes sociales o se comparte, lo que facilita la difusión o la alerta.
Sin embargo, junto con sus aspectos positivos, las redes sociales y las plataformas de intercambio comunitario están trayendo consecuencias preocupantes. Aún más alarmante es que, actualmente, no solo los humanos, sino también las máquinas y, en especial, la rápida penetración de la inteligencia artificial (IA), están convirtiendo el mundo de internet en general, y las plataformas tecnológicas en particular, en un entorno con demasiados riesgos.
“Pandemia de información” en las redes sociales Según las estadísticas publicadas por Redline a finales de junio de 2024, hay 4.900 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo. Según esta encuesta realizada a estadounidenses, la mayoría de los usuarios de redes sociales desconfían de la veracidad de la información difundida en estas plataformas, desde Facebook y TikTok hasta YouTube. Por ello, esta organización utilizó el término "infodemia" para referirse al estado actual de la desinformación en redes sociales. |
El mundo de las redes sociales es como un bosque primario, prácticamente sin reglas. En él, la gente disfruta de fertilidad, libertad y tranquilidad, pero también de trampas mortales. Hasta ahora, casi todos los países siguen luchando por gestionar y organizar ese "bosque primario", incluso dando los primeros pasos para abordar las infracciones, mientras que este "mundo" ha abarcado a toda la humanidad.
A finales de noviembre de este año, Australia se convirtió en el primer país del mundo en promulgar oficialmente una ley que prohíbe a los menores de edad acceder al fascinante, pero peligroso y casi anárquico, mundo "primitivo". En concreto, Australia prohibió el uso de las redes sociales a menores de 16 años e impondrá fuertes multas de hasta 32 millones de dólares si estas infringen la ley.
En ese contexto, la proliferación de noticias falsas, desinformación y, especialmente, fraudes en redes sociales (así como a través de otras formas tecnológicas como aplicaciones de software, sitios web fraudulentos, etc.) continúa convirtiéndose en un problema global. En Vietnam, escuchamos a diario historias desgarradoras de víctimas que han sido estafadas mediante todo tipo de fraudes en internet. A nivel mundial, esto también representa un problema para cualquier país.
En marzo, Interpol informó que el fraude cibernético en el Sudeste Asiático se ha expandido globalmente, generando 3 billones de dólares al año (aproximadamente el PIB de Francia). Incluso un gigante tecnológico británico perdió 25 millones de dólares después de que estafadores usaran deepfakes para suplantar la identidad de un alto ejecutivo y ordenar transferencias de dinero. Estos son, por supuesto, solo algunos ejemplos de millones de estafas cibernéticas.
Lidiar con la difusión de información errónea en las redes sociales: ¿misión imposible?
Aunque los países y organizaciones globales realizan esfuerzos constantes para prevenir o sancionar actividades ilegales en el ciberespacio, especialmente en grandes plataformas sociales como TikTok, Facebook o X, el número de casos atendidos aún es muy pequeño.
Lo más destacable es que, hasta la fecha, casi ningún país u organización ha responsabilizado a las redes sociales por irregularidades, como difundir información falsa o incluso infringir la ley. En mayo de este año, la propia Meta admitió haber encontrado contenido "probablemente generado por IA" utilizado para distorsionar o engañar en sus plataformas de Facebook e Instagram. Esta declaración demuestra que las propias redes sociales se consideran "inocentes" al difundir información dañina; de lo contrario, no se habrían "autoconfesado" de esa manera.
De hecho, grandes empresas tecnológicas como Meta, TikTok, Google, Microsoft o X han tenido que pagar miles de millones de dólares en multas en todo el mundo por sus infracciones, pero solo están relacionadas con violaciones de las normas de privacidad de los usuarios o de las leyes antimonopolio, y casi no ha habido sanciones contra ellas por permitir que se produzcan infracciones en su "casa".
El caso más notable en este ámbito fue la detención del director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, en Francia, acusado de facilitar actividades delictivas en la plataforma de mensajería. Sin embargo, la detención, presuntamente con implicaciones políticas, se llevó a cabo en secreto. No se trató de un proceso judicial público contra una red social o una empresa convencional. De hecho, Telegram nunca ha recibido una sola sanción relacionada con actividades delictivas en la plataforma, a pesar de que Naciones Unidas publicó un informe en octubre de 2024 que afirmaba que la plataforma era utilizada por bandas criminales para realizar transacciones ilegales.
El mundo sigue luchando por gestionar el problema de las noticias falsas, la desinformación y el fraude en las redes sociales. Foto de la ilustración: IJNET
Entonces, incluso con actividades ilegales tan obvias, no es posible lidiar con las plataformas de redes sociales ni compartir en la comunidad; está claro que controlar el contenido tóxico, las noticias falsas y la desinformación está extremadamente lejos.
Así pues, las plataformas no solo no tienen miedo, sino que cada vez dan más señales de actuar a su manera, fomentando información controvertida, sensacionalista, absurda o tóxica para atraer a la audiencia mediante algoritmos cada vez más sofisticados. Cabe destacar que las grandes tecnológicas también están dispuestas a presionar o impugnar cualquier medida que las sancione por este asunto. El multimillonario Elon Musk, propietario de la red social X, expresó en septiembre de 2024 su oposición a un nuevo proyecto de ley australiano que propone multar a las empresas de redes sociales si no previenen la desinformación en línea.
Según el proyecto de ley, que aún es australiano, las plataformas de internet podrían ser multadas con hasta el 5% de sus ingresos globales por difundir desinformación. Otras importantes plataformas tecnológicas, como Google y Meta, también han expresado su preocupación y han impugnado el nuevo proyecto de ley australiano. Cabe destacar que este es un proyecto de ley poco común en el mundo que menciona multas a las redes sociales por difundir desinformación, noticias falsas y actividades fraudulentas.
Si observamos el mundo de los medios tradicionales y el periodismo, esta paradoja es difícil de aceptar. Es bien sabido que si un periódico o un canal de televisión comete incluso un pequeño error profesional, y mucho menos si proporciona información falsa o ilegal, toda la agencia puede ser severamente castigada y, como mínimo, los lectores le darán la espalda, no solo al periodista o editor que proporcionó la información.
La “pandemia mundial” se está saliendo de control
Se puede afirmar que el problema de la desinformación, las noticias falsas, las noticias tóxicas y el fraude es más grave que cualquier guerra o pandemia, ya que puede afectar a toda una generación a nivel mundial, especialmente a los jóvenes. Numerosos estudios demuestran cómo las redes sociales, en especial las adictivas funciones de vídeos cortos de Facebook, TikTok o Google, son perjudiciales para la salud física y mental de los niños.
En un estudio reciente, UNICEF descubrió que las redes sociales están diseñadas para captar la atención de los usuarios el mayor tiempo posible, aprovechándose de nuestros prejuicios y vulnerabilidades psicológicas, como el deseo de aprobación o el miedo al rechazo. El uso excesivo de las redes sociales se ha vinculado con sentimientos de envidia, inferioridad y baja satisfacción con la vida. Estudios incluso han sugerido que este hábito puede provocar síntomas de depresión, ansiedad y falta de sueño, siendo el más común de ellos una enfermedad mental.
La cantante Taylor Swift es una de las celebridades que ha sido víctima de deepfakes con IA. Foto: Herbert Wang
La normativa de Vietnam que obliga a las redes sociales a autenticar a los usuarios entrará en vigor El Decreto 147/2024/ND-CP sobre la gestión, prestación y uso de servicios de internet e información en línea, recientemente emitido por el Gobierno vietnamita, entrará en vigor el 25 de diciembre de 2024. En consecuencia, la normativa exige que las redes sociales autentiquen a los usuarios mediante su número de teléfono o número de identificación personal, y solo las cuentas autenticadas podrán proporcionar información (escribir artículos, comentar, transmitir en directo) y compartirla en redes sociales. Se espera que este Decreto limite considerablemente la difusión de información falsa y engañosa, y en especial las actividades fraudulentas en redes sociales. |
Hay muchos ejemplos de cómo la desinformación, las noticias falsas y los deepfakes pueden tener un grave impacto en la vida real y convertirse en una amenaza global. En agosto de este año, estallaron disturbios debido a una afirmación falsa en redes sociales de que el sospechoso del asesinato a puñaladas de una joven en el Reino Unido era un inmigrante musulmán radical (que en realidad era británico). Los disturbios resultaron en miles de arrestos policiales.
En el intento de asesinato de Donald Trump en julio de 2024, las redes sociales se inundaron de noticias falsas y teorías conspirativas, como la de que un periodista italiano era considerado sospechoso (en realidad, un joven estadounidense de 20 años). Además, se distorsionaron las redes sociales afirmando que el sospechoso era chino o que el incidente fue una "ficción montada". La difusión de información falsa también está incrementando el odio hacia todos los conflictos y puntos calientes del mundo, como la guerra entre Rusia y Ucrania, la guerra entre Israel y Palestina o el problema de la islamofobia, así como el antisemitismo.
Y, sin embargo, con la explosión de la IA, la lucha contra la desinformación se está descontrolando. Las herramientas deepfake y los modelos de IA baratos proliferan sin ningún control significativo.
Según las estadísticas de DeepMedia, la cantidad de vídeos y voces deepfake se ha disparado cada año. En 2023, el número de vídeos deepfake se triplicó y el de voces deepfake se multiplicó por ocho en comparación con 2022. De estos, se prevé que en 2024 se compartan alrededor de 500.000 vídeos y voces deepfake en redes sociales a nivel mundial.
A principios de 2024, una serie de imágenes pornográficas de la cantante Taylor Swift generadas por IA se viralizaron en redes sociales, causando revuelo mundial. Además, varios políticos de todo el mundo, como el presidente estadounidense Joe Biden y líderes del Reino Unido, India, Nigeria, Sudán, Etiopía y Eslovaquia, también han sido víctimas del problema de los deepfakes.
Por lo tanto, el problema de las noticias falsas, la desinformación y, en especial, las actividades fraudulentas en el ciberespacio se agrava cada vez más. En la era de la IA que se avecina, esta "pandemia global" podría descontrolarse sin los esfuerzos conjuntos de todo el mundo, especialmente de los responsables políticos de cada país, para prevenirla.
Hoang Hai
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Fuente: https://www.congluan.vn/truyen-ky-cuoc-chien-chong-thong-tin-sai-lech-deepfake-va-lua-dao-post328128.html
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