El empleado llegó al trabajo con ambas orejas vendadas. El jefe preguntó sorprendido:
- ¿Lo que le pasó?
Ayer, mi esposa no estaba, así que tuve que planchar la ropa. Cuando llamó, sin querer cogí la plancha para contestar.
—¡Tonterías! ¿Por qué también tienes la otra oreja vendada?
-Señor, cometí otro error porque tenía prisa en llamar al médico.
Thieu Vu
(Según tuoitrecuoi.vn)
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