Según el South China Morning Post (SCMP), el lanzamiento de monedas de la suerte se está convirtiendo en una seria "amenaza" ecológica en Oshino Hakkai.
Este es un grupo de ocho manantiales en la prefectura de Yamanashi, en el centro de Japón. Oshino Hakkai es una de las maravillas naturales más famosas de la "Tierra del Sol Naciente" y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2013.
Aunque las autoridades han colocado carteles en japonés, inglés, chino y coreano advirtiendo a los visitantes de no arrojar monedas al arroyo, todavía hay muchas monedas acumuladas en el agua.
El Sr. Sakamoto, buzo local, lleva muchos años ofreciéndose como voluntario para limpiar las monedas arrojadas a Oshino Hakkai. Declaró a Fuji News Network que Oshino Hakkai solía tener una pila de monedas de un metro de altura.
"Después de arrojar monedas al agua, se mezclan con el lodo del fondo del arroyo y son muy difíciles de encontrar y limpiar", explicó Sakamoto.
Los expertos creen que los metales pueden ser perjudiciales para el ecosistema. La cantidad de plantas en el agua ha disminuido durante muchos años debido a este comportamiento.
Según la Ley de Protección de Bienes Culturales de Japón, cualquiera que arroje monedas a Oshino Hakkai puede enfrentar hasta cinco años de prisión o una multa de hasta un millón de yenes (más de 165 millones de VND).
Esta atracción turística busca más formas de desalentar el lanzamiento de monedas, sin perturbar el paisaje natural circundante.
No es la primera vez que los lugares turísticos japoneses se ven afectados por el comportamiento irreflexivo de los turistas.
El año pasado, el Templo Chosenji de Saitama se vio obligado a erigir una estatua especial solo para recolectar monedas de buena suerte. Se invitó a los turistas a depositarlas al pie de la estatua, en lugar de tirarlas al estanque.
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Fuente: https://vietnamnet.vn/nem-tien-xu-cau-may-xuong-suoi-du-khach-co-the-bi-phat-hon-165-trieu-dong-2307147.html
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