Las redes de crimen organizado han impulsado un aumento de la trata de personas y los centros de fraude en línea durante la pandemia de COVID-19, declaró el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, en una conferencia de prensa en la oficina de Interpol en Singapur el 27 de marzo, según Reuters. Desde el sudeste asiático, estos grupos han expandido sus redes a nivel mundial, alcanzando una facturación de hasta 3 billones de dólares anuales.
Tres presuntos traficantes de personas (camisetas naranjas) son escoltados por la policía en diciembre de 2023 en Lhokseumawe, Indonesia.
Estos grupos del crimen organizado operan a una escala inimaginable hace una década. Lo que comenzó como una amenaza criminal regional en el Sudeste Asiático se ha convertido en una crisis mundial de tráfico de personas, con millones de víctimas, tanto en los centros de los ciberdelitos como en sus objetivos, afirmó Stock.
El funcionario afirmó que los centros de estafa en línea, donde se atrae a las personas y se las obliga a cometer fraudes, han ayudado a los grupos del crimen organizado a diversificar sus fuentes de ingresos, más allá del narcotráfico. Aun así, añadió, el narcotráfico aún representa entre el 40% y el 70% de sus ingresos.
"También vemos claramente que estos grupos están diversificando sus actividades delictivas, utilizando las rutas del narcotráfico para traficar personas, armas, bienes robados, vehículos robados", dijo Stock.
Según el Secretario General de Interpol, se estima que cada año pasan por el sistema financiero mundial transacciones ilegales por un valor de entre dos y tres billones de dólares, y un grupo del crimen organizado puede ganar hasta 50.000 millones de dólares al año.
El año pasado, las Naciones Unidas afirmaron que más de 100.000 personas fueron víctimas de estafas de trata de personas en línea en Camboya. En noviembre de ese mismo año, Myanmar entregó a las autoridades chinas a miles de estafadores chinos.
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