Mentes de élite, desde los mejores profesores hasta expertos en inteligencia artificial, están abandonando silenciosamente Corea del Sur en busca de mejores entornos laborales en el extranjero.
En universidades de primer nivel como la Universidad Nacional de Seúl, símbolo de la excelencia educativa de Corea del Sur, la fuga de cerebros se hace cada vez más evidente. En los últimos cuatro años, 56 profesores se han marchado de la institución, trasladándose a instituciones educativas en Estados Unidos, Singapur o China.
Esta cifra incluye no solo a científicos e ingenieros, sino también a profesores de ciencias sociales, humanidades, medicina y artes. Salarios cuatro veces más altos, condiciones favorables de investigación y subsidios de vivienda están provocando que los mejores profesionales opten por irse.
La causa fundamental de la ola de "migración intelectual" reside en las deficiencias del sistema de educación superior coreano. Las universidades sufren las consecuencias de una congelación de las matrículas que dura casi dos décadas, lo que les ha impedido mejorar los salarios del profesorado e invertir en investigación.
Según el Ministerio de Educación de Corea, el salario promedio de los profesores en universidades privadas aumentó solo un 0,8% en los últimos cinco años, de 100,6 millones de wones en 2019 a 101,4 millones de wones en 2024. Mientras tanto, las universidades internacionales están dispuestas a pagar más de 330 mil dólares para atraer el mismo puesto.
Para los expertos en inteligencia artificial, un campo que se prevé que impulse el crecimiento nacional, el panorama es aún más preocupante. Según la Cámara de Comercio e Industria de Corea, el país ocupa actualmente el puesto 35 de 38 en la OCDE en cuanto a retención de talento en IA. Países como Luxemburgo y Alemania se están convirtiendo en destinos atractivos gracias a sus eficaces políticas de contratación y a sus excelentes condiciones de investigación.
Además de los bajos salarios, el entorno de investigación en Corea también se considera deficiente en oportunidades de desarrollo, con infraestructura limitada y una dependencia excesiva de evaluaciones de desempeño a corto plazo. Un investigador de IA de una importante empresa tecnológica comentó que en Corea, los graduados nacionales suelen estar infravalorados en comparación con los estudiantes internacionales, no solo por sus capacidades profesionales, sino también por su dominio del inglés y su experiencia internacional.
Ante esta situación, el presidente Lee Jae Myung pidió al primer ministro Kim Min-seok que proponga medidas para retener el talento, especialmente en áreas estratégicas como la IA y la biotecnología.
Sin embargo, muchos expertos advierten que prevenir la fuga de talentos no es suficiente. Corea del Sur necesita adoptar un modelo de "circulación de talentos", lo que implica no solo retener el talento, sino también atraer expertos internacionales y animar a los coreanos residentes en el extranjero a regresar y contribuir.
Para lograrlo, el sistema de educación e investigación de Corea necesita reformarse drásticamente, pasando de los mecanismos de compensación basados en el desempeño a la inversión en instalaciones de investigación de primer nivel y a la expansión de los programas de cooperación académica global.
La fuga de cerebros no se limita a Seúl. Entre 2021 y mediados de 2025, 119 profesores abandonaron importantes institutos de investigación de la región, como el KAIST, el GIST, el DGIST y el UNIST. De ellos, 18 se establecieron en el extranjero. Los profesores locales se mudaron a la capital y, desde allí, se lanzaron al mundo.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/han-quoc-chat-vat-giu-chan-nhan-tai-post739119.html
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