Las elecciones parlamentarias anticipadas en Grecia permitieron que la facción del primer ministro Kyriakos Mitsotakis se mantuviera en el poder, pero los partidos de derecha, populistas y nacionalistas también obtuvieron una amplia victoria y se consolidaron como una facción fuerte en el parlamento. En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) alcanzó por primera vez más del 20% en las encuestas de opinión pública, superando a los tres partidos políticos de la coalición gobernante. Además, este partido eligió a un alcalde de distrito en Alemania por primera vez. AfD es el partido más ultraderechista, populista y nacionalista de Alemania. Todos estos son precedentes políticos en la historia alemana.
Señor Kyriakos Mitsotakis
Los acontecimientos en Grecia y Alemania siguen una serie de acontecimientos políticos y sociales de tendencia derechista en otros países europeos: España, Hungría, Francia, Italia, Suecia, Eslovaquia y Finlandia.
Esta tendencia continúa cambiando fundamentalmente el panorama del espectro político europeo. Muestra que la izquierda europea continúa en declive y se desconoce cuándo podrá resurgir. Esto se debe a que la situación en Europa se ha vuelto insegura e incierta en muchos aspectos, lo que tiene un impacto negativo directo en la vida cotidiana y el sustento de la población. Esto también se debe a que el partido gobernante, independientemente de si es de izquierda, centro o derecha conservadora, tarda en adaptarse y no es lo suficientemente sensible como para cambiar sus políticas de gobierno a tiempo. La gente apoya al otro partido porque quiere expresar su descontento con el partido gobernante actual y porque este ataca su psicología y les alivia el ánimo. Este sesgo derechista es una verdadera pesadilla para la UE.
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