Las universidades y empresas tecnológicas del Reino Unido recibirán 5,4 millones de dólares de inversión gubernamental para desarrollar energía solar en el espacio.
Estados Unidos es el primer país en transmitir con éxito energía solar a la Tierra. Foto: Science Photo Library
La tecnología para recolectar energía del Sol a través de paneles solares colocados en satélites y transmitida a la Tierra tiene un enorme potencial para mejorar la seguridad energética de Gran Bretaña, informó The Guardian el 12 de junio.
Aunque la idea de construir centrales eléctricas comerciales en el espacio pueda parecer descabellada, la industria espacial lleva mucho tiempo a la vanguardia del desarrollo de la energía solar. De hecho, la necesidad de alimentar satélites es un factor clave para aumentar la eficiencia de los paneles solares, que se utilizan para generar electricidad para hogares y empresas, según la Dra. Mamatha Maheshwarappa, experta en sistemas de carga útil de la Agencia Espacial del Reino Unido.
Entre las escuelas y organizaciones que reciben financiación del concurso de innovación solar espacial del gobierno del Reino Unido se encuentran la Universidad de Cambridge, que está desarrollando células solares ultraligeras que pueden soportar la alta radiación del espacio, y la Universidad Queen Mary de Londres, que tiene un sistema inalámbrico que puede transmitir la energía solar cosechada a la Tierra.
A principios de junio, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de California (Caltech), en EE. UU., anunció que había transmitido con éxito energía solar del espacio a la Tierra por primera vez, utilizando un prototipo de nave espacial llamado Maple, lanzado en enero. La nave utiliza una serie de transmisores ultraligeros para convertir la electricidad en microondas antes de transmitirlas a un punto específico en tierra, en este caso, un receptor en la azotea de un edificio del campus de Caltech en Pasadena. Allí, los rayos de microondas se convierten de nuevo en electricidad.
Si la tecnología puede funcionar a gran escala, los parques solares espaciales presentarían varias ventajas clave. Al no haber atmósfera en el espacio, la luz solar no se diluye, lo que significa que cada panel puede producir más energía que en la Tierra. La energía solar también es más predecible y puede producirse de forma continua, ya que no se ve afectada por los ciclos día-noche, la nubosidad ni las variaciones estacionales de la luz.
Un estudio independiente del gobierno del Reino Unido en 2021 concluyó que la energía solar espacial podría producir hasta 10 gigavatios de electricidad al año, una cuarta parte de las necesidades eléctricas del Reino Unido, para 2050. El Departamento de Seguridad Energética afirmó que esto podría crear una industria multimillonaria y 143.000 puestos de trabajo.
«Estamos dando un gran paso adelante para situar al Reino Unido a la vanguardia de esta industria emergente. Al ganar la carrera por la producción de energía solar en el espacio, podemos transformar la forma en que abastecemos al país y crear energía más barata, limpia y segura para las generaciones futuras», declaró Grant Shapps, ministro de Seguridad Energética del Reino Unido.
An Khang (según The Guardian )
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