La hipertensión arterial se produce cuando la sangre se bombea con demasiada fuerza a través de las paredes de los vasos sanguíneos, según la Asociación Americana del Corazón. Con el tiempo, esta afección daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de diversos problemas de salud, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal, pérdida de visión y disfunción eréctil, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Las personas mayores de 50 años necesitan controlar su presión arterial periódicamente porque tienen un alto riesgo de padecer esta enfermedad.
Cuando hablamos de presión arterial, consideraremos dos números: la presión arterial sistólica, que es la presión sobre los vasos sanguíneos cuando el corazón late, y la presión arterial diastólica, que es la presión cuando el corazón se relaja.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento afirma que, en los adultos, la presión arterial normal ronda los 120/80 mmHg. En otras palabras, la presión arterial sistólica no supera los 120 y la diastólica los 80. La hipertensión arterial se produce cuando la presión arterial supera los 130/80 mmHg.
Las personas mayores de 50 años deben controlar su presión arterial regularmente, ya que este es el grupo de edad más susceptible a la hipertensión. La detección temprana de la enfermedad ayudará a controlar adecuadamente la presión arterial y a prevenir el riesgo de infarto, accidente cerebrovascular y otros problemas cardiovasculares en el futuro.
Otra razón por la que la presión arterial alta se vuelve más común en personas mayores de 50 años es porque nuestro sistema de vasos sanguíneos comienza a cambiar, según una investigación publicada en la revista Frontiers in Genetics .
Concretamente, a medida que envejecemos, las fibras elásticas de elastina en las paredes de los vasos sanguíneos se vuelven menos activas. En ese momento, la función de dilatación vascular se transfiere a las fibras de colágeno, que son más duras. Como resultado, la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse disminuye y provoca un aumento de la presión arterial.
También tendemos a subir de peso con la edad. Nuestro metabolismo se ralentiza y nuestros niveles de muchas hormonas disminuyen. La composición corporal cambia a medida que disminuye la masa muscular y aumenta la masa grasa. Estos cambios nos facilitan subir de peso. El sobrepeso o la obesidad pueden provocar hipertensión arterial o aumentar el riesgo de desarrollarla.
Afortunadamente, la presión arterial alta se puede controlar con cambios en el estilo de vida y medicamentos. En muchos casos, los médicos recomiendan controlar la presión arterial con dieta y ejercicio sin medicamentos. Si esto no funciona, los médicos empiezan a recetar medicamentos, según Healthline.
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Fuente: https://thanhnien.vn/vi-sao-nguoi-tren-50-tuoi-can-kiem-tra-huyet-ap-thuong-xuyen-18524053100523642.htm
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