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Un robotaxi chino WeRide estacionado en una calle de Abu Dhabi (EAU), lo que muestra la expansión de China en el mercado global.

Los Vehículos Inteligentes Conectados (VCI) están equipados con sensores, software y tecnología avanzados que les permiten conectarse e interactuar entre sí y con la infraestructura circundante. Estos vehículos pueden intercambiar información, percibir su entorno y tomar decisiones sin intervención humana.

Las pruebas en carretera de vehículos de combustión interna permiten a fabricantes y empresas tecnológicas probar y mejorar los sistemas de conducción autónoma en entornos reales. Al demostrar el rendimiento y la seguridad de los vehículos de combustión interna en la vía pública, estas pruebas contribuyen al desarrollo de tecnología autónoma fiable, aceleran la adopción de vehículos inteligentes y transforman el futuro del transporte.

Conocida como la industria automotriz más grande del mundo , China ha convertido los vehículos de combustión interna en un elemento clave de su plan estratégico a largo plazo. Según un informe de la consultora de gestión global McKinsey, China se convertirá en el mayor mercado mundial de vehículos autónomos , y se espera que las ventas de estos vehículos y servicios de movilidad superen los 500 000 millones de dólares para 2030.

En noviembre de 2023, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China reveló que los permisos de prueba se aplican a los vehículos autónomos de nivel 3 y 4 del sistema de clasificación chino. Esta medida demuestra la determinación de China de promover la tecnología de conducción autónoma e integrarla en su infraestructura.

Los niveles 3 y 4 de conducción autónoma son clasificaciones que describen el nivel de autonomía de un vehículo. El nivel 3 representa la automatización condicional, donde el vehículo puede gestionar la mayoría de los aspectos de la conducción, pero puede requerir intervención humana en ciertas situaciones. El nivel 4 representa la alta automatización, donde el vehículo puede realizar todas las funciones de conducción en condiciones y entornos específicos, sin intervención humana.

Al permitir las pruebas de vehículos de combustión interna en vías públicas, China crea un entorno favorable para que los fabricantes de automóviles y las empresas tecnológicas mejoren sus sistemas de conducción autónoma. Estas pruebas no solo garantizan que los vehículos de combustión interna cumplan con los estándares de seguridad y rendimiento, sino que también facilitan el desarrollo de soluciones de transporte inteligente para las ciudades.

La medida de permitir las pruebas en carretera de vehículos autónomos es un requisito previo para que China asuma el liderazgo en la emergente industria de vehículos de combustión interna. Con un amplio mercado y una creciente demanda de soluciones de transporte innovadoras, China aspira a convertirse en un líder mundial en la producción y el despliegue de vehículos de combustión interna.

Al probar los vehículos de combustión interna, China sentará las bases para avances en áreas como las comunicaciones entre vehículos (V2V), la conectividad entre vehículos e infraestructura (V2I) y los sistemas de transporte inteligentes. Estas tecnologías son fundamentales para los vehículos de combustión interna, ya que les permiten comunicarse entre sí y con la infraestructura circundante, mejorando así la seguridad y la eficiencia vial.

(según Chinadaily)