El presidente Biden partió hacia Europa el 9 de julio (hora local), iniciando un viaje de cinco días con tres paradas, incluyendo el Reino Unido, Lituania y Finlandia. Según el asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., Jake Sullivan, este viaje "demostrará el liderazgo del presidente a nivel mundial ", informó AP.
El presidente Biden en el Air Force One el 7 de julio
Fortaleciendo aliados
Según Reuters, Biden llegó a Londres, la capital británica, la noche del 9 de julio y se reunirá con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y con el rey Carlos III el 10 de julio. La Casa Blanca indicó que la visita del presidente estadounidense, que tuvo lugar apenas un mes después de la visita de Sunak a la Casa Blanca, tenía como objetivo "seguir fortaleciendo la estrecha relación entre ambos países".
Según el portavoz del primer ministro británico, Biden y Sunak planean hablar sobre la guerra en Ucrania, así como sobre la cumbre de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Lituania, a la que ambos asistirán posteriormente. Esta es la sexta reunión entre ambos líderes desde que Sunak asumió el cargo de primer ministro británico en octubre de 2022, según AP.
Biden también se reunirá con el rey Carlos III en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde la difunta reina Isabel II recibió a los expresidentes estadounidenses Barack Obama y Donald Trump. Se espera que ambos aborden el cambio climático, un tema sobre el que Carlos III ha hecho campaña y se ha pronunciado públicamente durante más de cinco décadas. Biden no asistió a la coronación del monarca británico en mayo, por lo que esta será la primera vez que se reúnan desde entonces.
Desacuerdo dentro de la OTAN
El viaje europeo de Biden se centra en la reunión de líderes de la OTAN en Vilna, capital de Lituania, los días 11 y 12 de julio. La OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos, ha cobrado nueva vida desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, pero también enfrenta desacuerdos internos sobre su membresía y el apoyo a Kiev.
La cumbre de Vilna coincide con el anuncio de Biden de enviar a Ucrania bombas de racimo, un arma que más de dos tercios de los miembros de la OTAN han prohibido debido a su potencial para causar víctimas civiles, según AP. En la cumbre, es probable que el presidente estadounidense se enfrente a preguntas de sus aliados sobre esta decisión.
La capacidad de Biden para unir a los miembros de la OTAN también se pondrá a prueba, ya que el intento de Suecia de unirse a la alianza sigue estancado por la oposición de Turquía y Hungría. La OTAN también está dividida sobre la adhesión de Ucrania. Mientras que Lituania y otros países del flanco oriental de la OTAN desean actuar con rapidez, Estados Unidos, Alemania y otros países prefieren un enfoque más cauteloso, temiendo la posibilidad de que la OTAN se vea arrastrada a un conflicto directo con Rusia.
Tras su visita a Vilna, Biden viajará a Helsinki, capital de Finlandia, que se convirtió en el miembro más reciente de la OTAN en abril. Finlandia y Suecia solicitaron su ingreso a la OTAN el año pasado, abandonando su prolongada neutralidad por motivos de seguridad tras el estallido de la guerra en Ucrania. En Helsinki, el 13 de julio, Biden tiene previsto reunirse con otros líderes nórdicos, como Suecia, Noruega, Dinamarca e Islandia.
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