El agua fría al entrar en contacto con la piel aumenta la circulación sanguínea, ayuda a reducir la inflamación, retiene la humedad para mantener la piel suave y brillante y reduce la caída del cabello.
Bañarse en agua fría refresca, reduce la fatiga, mejora el estado de ánimo, fortalece el sistema inmunitario y es beneficioso para la piel y el cabello. A continuación, se detallan los beneficios de este hábito.
Reduce la inflamación de la piel.
El agua fría tiene propiedades calmantes beneficiosas para pieles sensibles, con dermatitis o en personas que se someten a procedimientos cosméticos. Este beneficio se debe a su capacidad para contraer los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir el enrojecimiento y la inflamación.
Bañarse en agua caliente suele eliminar los aceites naturales, dejando la piel seca y escamosa. El calor del agua también puede provocar que los mastocitos (que contienen histamina) liberen sustancias de la piel, causando picazón.
Cerrar los poros
Las duchas calientes abren los poros, mientras que las frías pueden ayudar a cerrarlos temporalmente. Esto reduce la acumulación de grasa que obstruye la piel y la hace lucir más tersa.
Cerrar los poros también puede reducir la penetración de contaminantes, mejorar la función de la piel y combatir los radicales libres que dañan las células.
Tomar una ducha fría ayuda a refrescar el cuerpo y crea una sensación de bienestar. Foto: Freepik
Hidratar el cabello
El agua fría sella la cutícula y evita que el cabello pierda su hidratación natural. Lavarse el cabello con agua fría ayuda a retener la humedad, reduciendo el riesgo de sequedad y puntas abiertas. En el cabello rizado, el agua fría ayuda a proteger los rizos y a mantenerlos en su lugar por más tiempo.
Cabello brillante
Los efectos del calor y el vapor favorecen la penetración de la humedad en el cuero cabelludo, pero pueden quebrar el cabello. El frío tiene un efecto hidratante, dejando el cabello más suave. Las duchas frías ayudan al cuerpo a despertarse rápidamente, aumentando la vitalidad por la mañana, mientras que el agua tibia puede mejorar el sueño, ideal para la noche.
Para obtener este beneficio, comience con agua tibia y luego baje gradualmente la temperatura. Puede bañarse durante al menos 30 segundos en agua a una temperatura de 10 a 15 grados Celsius, pero evite bañarse demasiado tiempo, ya que los beneficios comienzan a disminuir después de tres minutos. Las personas con problemas cardíacos o pulmonares deben limitar los baños con agua fría, ya que puede contraer fácilmente los vasos sanguíneos y aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Huyen My (según WebMD, Verywell Fit )
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