Sin embargo, según la información del Ayurveda, un sistema de medicina tradicional originario de la India, algunos alimentos al recalentarse pueden transformarse en sustancias tóxicas, perjudiciales para la salud.
La razón es que el proceso de calentamiento puede cambiar la estructura nutricional, creando condiciones para que las bacterias crezcan o produzcan compuestos dañinos para el cuerpo.
Huevo
Los huevos son una gran fuente de proteínas, pero están en la lista de alimentos que no deben recalentarse.
Recalentar los huevos no solo descompone la estructura nutricional sino que también hace que la proteína del huevo produzca más toxinas, lo que daña el sistema digestivo.
Los huevos son una gran fuente de proteínas, pero no deben recalentarse.
Foto: AI
Arroz
El arroz es un plato popular que aparece casi a diario en las comidas. El arroz crudo contiene algunos tipos de bacterias en forma de esporas que pueden sobrevivir incluso cocinado.
Al recalentar el arroz, las bacterias se multiplican fácilmente y generan toxinas. Estas toxinas son la causa de la diarrea y los vómitos, según thehealthsite.com.
Espinaca
Esta verdura es rica en nitratos y hierro, y es muy saludable si se consume fresca o cocinada.
Sin embargo, al recalentarse, los nitratos pueden convertirse en nitritos y compuestos cancerígenos, afectando negativamente a los tejidos del cuerpo.
Pollo
El pollo es rico en proteínas, pero al recalentarse, la estructura de las proteínas puede cambiar, lo que dificulta su digestión para el cuerpo.
El pollo recalentado puede causar indigestión.
Foto: AI
Papa
Las patatas son tubérculos nutritivos, pero al recalentarse no sólo pierden parte de su valor nutricional sino también su energía vital.
Comer patatas recalentadas no será tan efectivo como comerlas inmediatamente después de cocinarlas.
Champiñón
Los hongos son un alimento que debe utilizarse durante el día y no deben recalentarse.
Cuando se calientan una segunda vez, los hongos pueden causar problemas digestivos y en algunos casos efectos cardiovasculares graves.
El hábito de recalentar las sobras no siempre es seguro. Algunos alimentos que pasan por este proceso no solo pierden nutrientes, sino que también producen toxinas.
Elegir comer inmediatamente después de procesarlos, conservarlos adecuadamente y limitar el recalentamiento de los alimentos mencionados es una forma eficaz de proteger su salud.
Consumir alimentos frescos es siempre la mejor opción, no sólo ayudando a conservar los nutrientes sino también asegurando energía vital para el organismo.
Si es necesario conservar alimentos, hay que dividirlos en porciones del tamaño de un bocado, mantenerlos a la temperatura adecuada y utilizarlos en el menor tiempo posible.
Con alimentos como arroz, huevos, espinacas, pollo, patatas y champiñones, el recalentamiento debe reducirse al mínimo o, preferiblemente, evitarse por completo.
Fuente: https://thanhnien.vn/nhung-thuc-pham-dai-ky-ham-nong-lai-an-vao-khong-tot-cho-suc-khoe-185250809115642795.htm
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