Según la CNBC, "¿Cómo estás?" son las tres palabras más inútiles para iniciar una conversación. Quien pregunta no quiere saber, y quien responde no le importa. El resultado es una oportunidad perdida, tiempo inútil y cero conexión.
Para aprovechar al máximo las oportunidades de comunicación, los investigadores de Harvard han demostrado que hacer preguntas es efectivo, pero al mismo tiempo hay que asegurarse de que las preguntas sean significativas.
En una serie de experimentos, analizaron más de 300 conversaciones en línea y concluyeron: "Cuando las personas hacen más preguntas, es más probable que obtengan una respuesta, siempre que las preguntas contengan escucha, comprensión y atención".
Las conversaciones breves son una forma natural de conectar entre las personas. Foto ilustrativa.
Para lograrlo, las personas exitosas suelen tener siete formas especiales de comunicarse, que les ayudan a mantener una conversación significativa:
1. Utilice los consejos de ACT para iniciar una conversación
¿Cuándo fue la última vez que no hablaste nada en una reunión? La charla informal es una forma natural de conectar. Iniciar una conversación con una pregunta crea un diálogo digno de ACT.
- A (Autenticidad): Autenticidad.
- C (Conexión): Hay una conexión.
- T (Gusto): Tener un tema de conversación que le dé a la otra persona una experiencia de quién eres.
Algunas preguntas iniciales a las que puedes hacer referencia:
-¿Cuál es tu estado mental actual?
-¿Qué es lo que esperas con ansias esta semana?
- Me recuerdas a alguien famoso, pero no recuerdo a quién, ¿a quién crees que te pareces?
2. No te limites a "actualizar"
Mucha gente empieza una conversación con una "actualización" como el tráfico, los deportes , el tiempo, etc. Según los expertos, esta forma de hablar no es atractiva en absoluto, a menos que sea una preocupación genuina de la otra persona.
Los buenos comunicadores a menudo llevan el tema más allá de esa información trivial a algo más importante y personal para ambas partes.
3. Concéntrese en el presente y observe su entorno.
Antes de iniciar una conversación, presta atención a tu entorno. Luego, busca algo en lo que centrarte, como una obra de arte colgada en la pared, un dispositivo extraño o una foto familiar en la silla, un casco, monedas coleccionadas de diferentes países... Seguro que siempre tienes algo para iniciar una conversación corta, lo que te ayuda a dirigir la historia hacia preguntas de seguimiento originales.
Digamos que estás hablando con el director ejecutivo de una gran empresa, símbolo de quienes se acercan a la jubilación, y ves una fila de cajas vacías en la pared de su oficina. Podrías iniciar la conversación preguntándole: "¿Qué tan difícil será para ti dejar este trabajo?".
Esta pregunta a menudo conduce a una discusión más profunda y emocional que nunca habría sucedido si no hubieras prestado atención a esos recuadros.
4. Comparte algunas noticias
Si tienes alguna “noticia”, compártela: “Adopté un hermoso gato el fin de semana pasado” o “¡Mi hijo montó su bicicleta por primera vez ayer!”.
Aunque no lo creas, la mayoría de la gente quiere conocerse mejor, sobre todo si ambos trabajan en la misma empresa. Esto también ayuda a que las personas se conozcan mejor.
Ya sea que conozcas a alguien en persona o llames para hablar, debes iniciar la conversación primero. Foto ilustrativa.
5. Abre la conversación primero
Ya sea que conozcas a alguien en persona o lo llames para conversar, da el primer paso.
Si esperas, pueden pasar dos cosas. Primero, que otra persona haga el comentario que quieres. Segundo, que el colega más hablador controle las preguntas de seguimiento. Entonces te pierdes en la conversación y pierdes tu oportunidad.
6. No te limites a "hablar por hablar"
Además de las palabras que dices, no olvides que tu tono de voz, tus expresiones faciales y el contacto visual también son medios útiles para transmitir tus pensamientos.
Nunca olvides mirar directamente a la otra persona al comunicarte y sonreír para suavizar la voz. No solo lo que dices, sino también la forma en que lo dices, ayudará a fortalecer la conexión con quienes te rodean.
7. Crea un punto clave
El punto de pivote es donde la conversación corta pasa al siguiente nivel, ya que se pasa de hablar de cosas sin importancia a un problema que está sucediendo en el presente.
Una vez que la conversación fluye, es fácil pensar en preguntas adicionales y hacerlas. Tu jefe podría empezar con: "¿Cuéntame qué está pasando...?".
Con conversaciones breves, estarán en sintonía. Después, podrán profundizar en ello con debates impactantes que demuestren sus conocimientos, contribuciones y confianza.
Lo más importante es: simplemente hazlo.
Para los introvertidos, iniciar una conversación puede resultar abrumador. Pero si no te expresas, corres el riesgo de volverte invisible, un extraño, ante los ojos de los demás.
El impulso de procrastinar surgirá naturalmente y te hará dudar. Pero recuerda: solo cuando te esfuerces por hablar, los demás te escucharán y empezarán a conectar contigo.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/chuyen-gia-harvard-nguoi-thanh-cong-co-7-cach-noi-chuyen-day-thuyet-phuc-17224061316225725.htm
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