Según informó la publicación de aviación Air Current del 14 de marzo, un problema técnico relacionado con el asiento del piloto es el principal foco de la investigación sobre la repentina pérdida de altitud en el aire de un Boeing 787 operado por la aerolínea chilena LATAM Airlines, que dejó decenas de personas heridas.
El Boeing 787, con 263 pasajeros y 9 tripulantes a bordo, volaba de Sídney (Australia) a Auckland (Nueva Zelanda) cuando perdió altitud repentinamente. El incidente provocó que algunos pasajeros salieran despedidos de sus asientos e impactaran contra la cabina, hiriendo a 50 personas. Las autoridades chilenas han abierto una investigación para determinar la causa del incidente y están coordinando la investigación con Nueva Zelanda.
Air Current citó a un alto funcionario de seguridad aérea, quien afirmó que el movimiento repentino del asiento del piloto fue un punto clave de la investigación. Según la información recopilada, el asiento del piloto podría haber tenido un problema mecánico que provocó la inclinación del morro del avión. Los investigadores también están considerando la posibilidad de que un cortocircuito provocara el incidente.
Según Air Current, se espera que el fabricante de aeronaves estadounidense Boeing envíe un aviso sobre el incidente a los operadores del Boeing 787. Boeing y LATAM Airlines aún no han hecho comentarios al respecto. Sin embargo, la aerolínea ha afirmado previamente que cooperará plenamente con las autoridades investigadoras.
El 13 de marzo, la Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda anunció la incautación de la grabadora de voz de la cabina y la caja negra (dispositivo que almacena datos de vuelo). Estos dispositivos proporcionarán información sobre las conversaciones entre los pilotos y los movimientos del avión.
LAM DIEN
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