El crecimiento económico de la UE se ralentizará. Imagen de un mercado alimentario español. (Fuente: Bloomberg) |
Según la CE, el crecimiento económico de la UE se ha revisado a la baja hasta el 0,8 % en 2023, frente al 1 % publicado en las previsiones de primavera. El crecimiento de la eurozona en 2023 también se ha revisado a la baja, del 1,1 % al 0,8 %.
En el bloque de 27 miembros, se prevé ahora que la inflación medida por el índice de precios al consumidor armonizado (IPCA) alcance el 6,5% en 2023, por debajo del 6,7% previsto en la primavera, y el 3,2% en 2024, por debajo del pronóstico anterior del 3,1%.
En la eurozona, se espera que la inflación sea del 5,6% en 2023 y del 2,9% en 2024, en comparación con las previsiones anteriores del 5,8% y el 2,8%, respectivamente.
Las últimas cifras muestran que la actividad económica en la UE se contrajo en el primer semestre de 2023 debido a importantes perturbaciones. La débil demanda regional, en particular el consumo, sugiere que los altos precios al consumidor están lastrando las economías, a pesar de la caída de los precios de la energía y la sólida recuperación del mercado laboral, con un bajo desempleo, un crecimiento continuo del empleo y un aumento de los salarios.
Al mismo tiempo, la fuerte caída de las actividades de crédito bancario para la economía muestra que el endurecimiento de la política monetaria está teniendo un impacto gradual en la economía.
Los indicadores muestran que la actividad económica se está desacelerando, como lo ilustra la continua debilidad de la industria y la disminución del impulso de los servicios, aunque muchas partes del bloque han experimentado una temporada turística bastante impresionante.
La economía mundial tuvo un rendimiento mejor de lo previsto en el primer semestre, a pesar del débil desempeño de China. Sin embargo, las perspectivas de crecimiento y comercio mundial se mantienen prácticamente sin cambios desde la primavera, lo que significa que la economía de la UE no puede contar con un gran apoyo de la demanda externa.
En general, se prevé que la desaceleración del crecimiento en la UE persista hasta 2024 y que el impacto de una política monetaria más restrictiva siga frenando la actividad económica. Sin embargo, se prevé una ligera recuperación del crecimiento el próximo año, ya que se prevé una mayor caída de la inflación, el mercado laboral se mantiene sólido y los ingresos reales se recuperan gradualmente.
A pesar de los riesgos y las dificultades, el futuro de la economía europea sigue siendo prometedor, según Paolo Gentiloni, comisario europeo de Asuntos Económicos. «Queda mucho por hacer para impulsar el crecimiento sostenible. La implementación eficaz de los planes nacionales de recuperación y respuesta sigue siendo la máxima prioridad», advirtió.
Necesitamos implementar políticas fiscales prudentes para fomentar la inversión, en consonancia con los esfuerzos continuos de los bancos centrales por controlar la inflación. Al mismo tiempo, debemos trabajar con determinación para alcanzar un acuerdo sobre la reforma de las normas presupuestarias antes de que finalice el año.
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