Desde hace días, el zumbido de las pesadas máquinas de perforación en el Parque Batlle de 60 hectáreas, el pulmón verde de Montevideo, se ha convertido en un sonido familiar para los residentes. Trabajadores de la empresa estatal de agua OSE están trabajando para extraer agua subterránea para abastecer a hospitales y escuelas de la zona. "Siempre hay un plan B. Estamos perforando aguas subterráneas en Montevideo debido a la crisis hídrica", declaró a la AFP la geóloga Valeria Arballo, quien supervisa la búsqueda de agua subterránea.

Montevideo, la ciudad más poblada de Uruguay con 1,8 millones de habitantes, ha dependido durante mucho tiempo del agua superficial. Sin embargo, la sequía de tres años ha sido la peor que ha sufrido la ciudad en 70 años. Por ello, OSE decidió explotar sus aguas subterráneas. Se han puesto en funcionamiento dos nuevos pozos, de 42 y 90 metros de profundidad. El agua de estos pozos se trata antes de distribuirse a los residentes.

Trabajadores de la empresa estatal de agua OSE perforan un pozo para encontrar agua subterránea en la capital, Montevideo, Uruguay. Foto: AFP

El gobierno de Montevideo planea perforar más pozos si la escasez de agua se mantiene en niveles alarmantes. AFP informó que la principal fuente de agua dulce de Montevideo, el lago Paso Severino, a 85 km al norte de la capital, se secará pronto si no llueve. El nivel del agua del lago está en su mínimo histórico. En un momento dado, solo le quedaban 4,4 millones de metros cúbicos de agua, en comparación con su capacidad total de 67 millones de metros cúbicos. Mientras tanto, la capital sudamericana consume un promedio de 550.000 metros cúbicos al día.

En un intento por prevenir la posibilidad de quedarse sin agua potable, OSE mezcló agua salobre de sitios cercanos al río de la Plata con agua del lago Paso Severino, para gran consternación de los consumidores. Además, las autoridades sanitarias de la ciudad extendieron un permiso de emergencia para niveles más altos de sodio y cloruro en el agua hasta el 20 de julio. También permitieron un aumento en el nivel de trihalometanos (THM), compuestos químicos que se forman cuando el agua se clora y son perjudiciales si se consumen durante muchos años. "Aumentar los THM durante 45 días ciertamente no afecta la salud de las personas", declaró la ministra de Salud uruguaya, Karina Rando, en un comunicado explicando la decisión, según AFP.

Khanh Ngan