El 20 de junio, las noticias del Hospital General Hoan My Cuu Long informaron que los médicos del hospital acababan de realizar un tratamiento de emergencia y salvaron la vida de un bebé recién nacido que había dejado de respirar debido al desprendimiento prematuro de placenta de la madre.
Anteriormente, la embarazada VTDP (29 años, residente en el distrito de Giong Trom, Ben Tre ) ingresó en el Hospital General Hoan My Cuu Long con dolor abdominal intenso y signos de parto. Tras la exploración, los obstetras detectaron desprendimiento prematuro de placenta y signos de sufrimiento fetal. Inmediatamente después, fue trasladada a cirugía de urgencia con el apoyo del equipo pediátrico.
Después de 4 días de cuidados intensivos, el estado del recién nacido es estable.
Tras 5 minutos de cirugía de emergencia, nació el bebé recién nacido, con un peso de 2,6 kg. En ese momento, el bebé no respiraba ni lloraba, la piel y las mucosas estaban pálidas y sin tono muscular. El equipo quirúrgico lo secó, lo calentó y activó rápidamente el CÓDIGO AZUL para alertar a todo el hospital de un paro cardíaco y respiratorio.
El equipo pediátrico realizó RCP y compresión con balón. Después de 30 segundos, el corazón del bebé volvió a la normalidad y respiraba por sí solo; su piel y mucosas estaban más rosadas. Se le succionó el líquido, se le mantuvo una bomba de balón de oxígeno y se le insertó una sonda nasogástrica, lo que produjo una gran cantidad de líquido mezclado con sangre roja brillante.
El bebé fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde fue tratado con ventilación no invasiva, antibióticos e infusión activa de líquidos.
Por parte de la madre, con el esfuerzo de los médicos y todo el equipo quirúrgico, la madre fue sometida a una cirugía segura, preservando el útero.
Mediante examen y exámenes paraclínicos necesarios, se diagnosticó al bebé insuficiencia respiratoria neonatal, infección neonatal, trastorno ácido-base, trastorno de la coagulación sanguínea y desprendimiento prematuro de placenta.
Tras 4 días de cuidados intensivos, el bebé se encuentra estable, succiona con fuerza y no vomita. Fue trasladado a la sala de neonatología, donde suele permanecer con su madre. Actualmente, la madre y el bebé han recibido el alta hospitalaria y se encuentran en seguimiento para controles ambulatorios.
El médico que atendió la cirugía indicó que el caso de la embarazada con VTDP presentaba numerosos riesgos potenciales que podrían afectar la vida de la madre y el bebé. La detección y el tratamiento oportunos salvaron al recién nacido y preservaron el útero para la embarazada. Por lo tanto, el médico recomendó que las embarazadas detecten cualquier anomalía de salud en las primeras etapas del embarazo, especialmente en los últimos meses. Ante cualquier anomalía, deben acudir a un centro médico con departamento de obstetricia para una evaluación oportuna y así evitar situaciones desafortunadas.
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