Comer algo dulce después de un desayuno o almuerzo rico en fibra puede satisfacer los antojos sin agobiarte demasiado.
Comer un dulcecito después del desayuno o la comida no te hará subir de peso. (Fuente: YouTube) |
Comer muchos dulces no sólo provoca aumento de peso y acelera el proceso de envejecimiento, sino que también conlleva muchas consecuencias graves para el corazón y la vista.
Sin embargo, eso no significa que las chicas golosas tengan que eliminar por completo este grupo de alimentos, sólo necesitan controlar bien la frecuencia y la dosis, y evitar convertir su afición en un mal hábito.
Además, Vogue también sugiere tres momentos para consumir dulces que tengan el menor impacto posible en la forma del cuerpo y la piel.
Después del desayuno
En este momento, el metabolismo del cuerpo está en su punto más fuerte y la capacidad de quemar grasa también se considera más efectiva.
Además, comer dulces por la mañana le da al cuerpo más tiempo para consumir y metabolizar energía.
Además, comer dulces a esta hora puede ayudar a inhibir las hormonas del hambre y estimular el apetito, reduciendo así algo el "riesgo" de consumo en otros momentos del día.
Sin embargo, esto no significa que puedas comer dulces cómodamente apenas te despiertes, aún con hambre, ya que esto puede provocar fácilmente un aumento repentino del nivel de azúcar en sangre.
Lo mejor es tratar los dulces como un postre, comiendo unos pequeños bocados después de un desayuno nutritivo y rico en fibra.
Después del almuerzo
También puedes recompensarte con un dulce después de comer. Esto puede aumentar tu entusiasmo y darte más energía para trabajar y mantenerte activo.
Sin embargo, al igual que ocurre con los alimentos que se comen después del desayuno, los dulces sólo deben ser un postre y no un sustituto del plato principal.
Después de haber consumido suficiente fibra y proteína en el almuerzo, deberías consumir dulces. Este orden de alimentación ayuda a ralentizar la absorción del azúcar.
Después del ejercicio
Si la intensidad del trabajo o el ejercicio es alta, comer dulces en las dos horas siguientes se considera lo menos probable que cause aumento de peso. En este momento, la insulina en los músculos ayuda a regular la absorción de azúcar con mayor eficacia, lo que limita la acumulación de grasa.
La hora "tabú" de comer dulces
El horario de la tarde, cercano a la hora de dormir, se considera “tabú” para consumir este grupo de alimentos porque la tasa metabólica es baja, no hay tiempo suficiente para convertir la energía, se acumula fácilmente en forma de grasa abdominal, grasa visceral, aumentando la presión sobre el sistema digestivo.
Al comer dulces, puedes combinarlos con té negro o café para aumentar la capacidad de quemar calorías y grasa. Además, debes limitar las comidas en solitario, comer despacio y masticar bien para evitar consumir demasiado sin darte cuenta.
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