Bac Giang. Tres hermanos estaban limpiando un pozo. El hermano mayor descendió a casi 10 metros de profundidad y no pudo salir a la superficie. Los dos hermanos menores que acudieron a rescatarlo tenían dificultad para respirar y se sentían mareados.
Los tres fueron derribados por las personas que los rodeaban. El hermano mayor falleció, y los dos menores (de 36 y 45 años) recibieron respiración artificial, fueron trasladados al centro médico local para recibir primeros auxilios y luego al Departamento de Reanimación Interna y Antiveneno del Hospital 108 de Hanói. Los médicos diagnosticaron asfixia; tras un tratamiento intensivo, se recuperaron y recibieron el alta hospitalaria.
El 15 de mayo, el Dr. Le Lan Phuong, director del Centro de Cuidados Intensivos del Hospital 108, explicó que en entornos de pozos profundos, especialmente en pozos que han estado cubiertos durante mucho tiempo y se utilizan con poca frecuencia, las sustancias orgánicas se descomponen, formando numerosos gases tóxicos como CH₄, CO₂, CO₂ y H₂S. Estos gases tienen una densidad mayor que el oxígeno, y cuanto más profundo es el entorno, mayor es su concentración.
"Las víctimas tenían dificultad para respirar y murieron por falta de oxígeno y por la inhalación de gases tóxicos", explicó el Dr. Phuong.
En zonas con abundantes minas de carbón, petróleo, vertederos y residuos agrícolas , los pozos profundos suelen contener grandes cantidades de gas metano. Este es un gas tóxico que, en altas concentraciones, puede causar la muerte rápidamente, según el Dr. Phuong.
Para prevenir la asfixia, los médicos recomiendan usar equipo de protección completo y máscaras de gas antes de bajar al pozo. Si no se dispone de equipo de protección, se puede ventilar el fondo del pozo usando una rama grande y frondosa, atada con una cuerda larga, introduciéndola en el pozo y subiéndola y bajándola varias veces. Una mejor opción es usar un aireador de oxígeno puro para bombear aire al pozo. Se recomienda preparar un tubo de goma para conducir el aire desde el suelo hacia abajo para respirar y para avisar a las personas que están arriba en caso de accidente.
Antes de bajar al pozo, asegúrese de que esté seguro. Para ello, encienda una vela o lámpara y bájela lentamente hasta la superficie del agua. Si la vela arde normalmente, significa que hay suficiente oxígeno en el fondo del pozo para respirar. Por el contrario, si la vela parpadea y luego se apaga, no debe bajar al pozo.
En caso de sospecha de asfixia en el pozo, no baje inmediatamente para rescatar a la víctima, sino que llame al equipo de rescate. La mejor manera de brindarle primeros auxilios tras sacarla a la superficie es administrarle respiración artificial en el lugar y luego trasladarla al centro médico más cercano.
Le Nga
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