El Boeing 737 MAX 9 se desintegró en el cielo de Portland, EE.UU., el 5 de enero (Foto: AP).
Según medios estadounidenses, seis pasajeros y un familiar de uno de ellos presentaron una demanda contra el fabricante de aviones Boeing en el Tribunal Superior del Condado de King en Seattle, estado de Washington.
La demanda afirma que Boeing les debe a ellos y a los otros 165 pasajeros del vuelo 1282 una compensación por las lesiones que sufrieron en el incidente.
Daniel Laurence, abogado de los demandantes, afirmó que sufrieron conmociones cerebrales, hematomas, dificultad para respirar, sangrado de oídos y trauma psicológico tras el incidente. "Esta horrible experiencia ha causado daños económicos , físicos y emocionales que han tenido un profundo impacto en nuestros clientes", declaró Laurence en un comunicado.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó de Portland, Oregón, con destino a Ontario, California. Pero tan solo 20 minutos después, el avión, con 177 personas a bordo, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia cuando el panel de la puerta, que reemplazaba la salida de emergencia, se desprendió en pleno vuelo.
El avión regresó sano y salvo al Aeropuerto Internacional de Portland, donde varios pasajeros fueron tratados por lesiones que no ponían en peligro su vida.
“Si bien todos están contentos de que la tripulación haya podido aterrizar el avión de manera segura, esta experiencia de pesadilla ha tenido consecuencias económicas, físicas y emocionales continuas que han afectado profundamente a nuestros clientes y son otra señal preocupante de la seguridad del 737-MAX”, dijo el abogado Laurence.
Una pasajera que firmó la demanda afirmó que su cabeza se sacudió de un lado a otro durante el incidente, lo que le provocó una conmoción cerebral, lesiones en los tejidos blandos del cuello y la espalda, y sangrado de un oído. También afirmó que su máscara de oxígeno no parecía funcionar.
Otros dos pasajeros dijeron tener dificultad para respirar. Uno dijo que empezó a perder el conocimiento. Otro pasajero dijo que sufría un trastorno convulsivo inducido por estrés y que sufrió una convulsión tras bajar del avión.
Boeing se negó a comentar sobre la demanda. En un comunicado a principios de esta semana, la compañía afirmó que apoyaba la decisión de la FAA de inmovilizar los 737 MAX 9 y que estaba "comprometida a garantizar que cada avión Boeing cumpla con sus especificaciones de diseño y los más altos estándares de seguridad y calidad".
La FAA dijo que Boeing está revisando su manual de inspección y mantenimiento, que debe ser aprobado por la agencia antes de que pueda aplicarse a los 171 737 MAX 9 en tierra.
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