
Muchas zonas de Estados Unidos y Europa están experimentando un calor intenso, con temperaturas que superan los 38 °C (Foto: Getty).
El 3 de julio, la Tierra alcanzó su punto más lejano en su órbita alrededor del Sol, el afelio . En ese momento, la distancia entre ambos cuerpos celestes era de 152,1 millones de kilómetros, 4,98 millones de kilómetros más que en el perihelio a principios de enero.
Paradójicamente, a pesar de estar más alejado del Sol, el hemisferio Norte está experimentando intensas olas de calor, con temperaturas superiores a los 38 °C en muchas zonas, incluidas América del Norte y Europa.
Este fenómeno no es un error del sistema meteorológico, sino una demostración típica del papel dominante de la inclinación del eje de la Tierra en el clima.
Mucha gente cree que la distancia de la Tierra al Sol es el principal factor que determina las estaciones y las temperaturas. Sin embargo, lo que realmente causa los cambios climáticos estacionales es la inclinación de 23,5 grados de la Tierra sobre su eje.
En concreto, cuando el hemisferio norte se inclina hacia el Sol en junio y julio, el Sol está más alto en el cielo, sus rayos brillan casi perpendiculares al suelo y las horas de luz son más largas, lo que aumenta la cantidad de calor absorbido cada día.
Por el contrario, en diciembre y enero, aunque la Tierra está más cerca del Sol, los rayos tienen un mayor ángulo de inclinación y los días son más cortos, haciendo que el hemisferio norte sea más frío.
Según informes en EE. UU., en el solsticio de verano del 20 de junio, el ángulo de los rayos del sol hace que algunas ciudades reciban tres veces más calor que en el solsticio de invierno del 21 de diciembre. Es por eso que julio, aunque la Tierra está lejos de su fuente de calor, sigue siendo el mes más caluroso en muchos lugares del hemisferio norte.
Desde una perspectiva astrofísica, a medida que la Tierra se aleja del Sol, también se ralentiza según la segunda ley de Kepler. En concreto, su velocidad orbital actual es de tan solo unos 29 km/s, frente a los más de 30 km/s de su punto más cercano.
Esto contribuye a la duración del verano en el hemisferio norte. Aunque la luz solar es ahora un 6,55 % más tenue, los efectos de la inclinación axial compensan por completo esta ligera disminución.
La explicación anterior también ayuda a corregir un error bastante común: las estaciones no dependen de la distancia al Sol, sino de la inclinación del eje de rotación.
En términos más generales, la distribución desigual del calor también está influenciada por factores atmosféricos, la relación tierra/océano y el fenómeno cada vez más grave del calentamiento global.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/vi-sao-mat-troi-van-thieu-dot-trai-dat-du-dang-o-diem-xa-nhat-20250704072816259.htm
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