Arda Guler es diferente ahora. |
El joven jugador turco, que en su día fue un "mago de la derecha" con Ancelotti, se ha transformado ahora en un director de centro del campo, un auténtico arquitecto del estilo de juego del Real Madrid. Y quien sentó las bases de esa transformación no es otro que Xabi Alonso.
Del llamativo “número 10” al centro del poder
Cuando llegó al Bernabéu, Guler era considerado un diamante en bruto: buena técnica, pero aún no consolidado en su posición. Ancelotti le permitió jugar como extremo libre, donde podía expresar con libertad sus habilidades.
Pero a esa extravagancia le faltaba sistema y profundidad táctica. Todo cambió cuando Xabi Alonso asumió el cargo de entrenador. Con la mirada de un excentrocampista de talla mundial, Xabi vio en Güler las cualidades para convertirse en el pivote del equipo.
Al principio, hubo pruebas contra Pachuca y Salzburgo; partidos que no fueron demasiado estresantes, pero sí suficientes para poner a prueba la nueva forma de pensar el fútbol. Pero fueron las dos actuaciones contra Juventus y Borussia Dortmund, rivales realmente formidables, las que confirmaron que Güler es totalmente capaz de asumir un rol central. Ya no es un extremo que vuela, sino quien controla el ritmo, reparte las tarjetas y lidera al Real Madrid hacia adelante con serenidad y precisión.
Xabi Alonso ayuda a Arda Güler a explotar. |
Contra el Dortmund, Guler dio 67 pases, más que nadie en el campo. Constantemente se abría paso, cambiaba de dirección y abría las bandas, provocando que la defensa rival cayera en una constante pasividad. No solo pasaba el balón, sino que también conectaba al equipo. La armoniosa coordinación con Alexander-Arnold (10 veces) o Valverde (9 veces) demostró su excepcional integración y su creciente sentido táctico.
Las estadísticas no mienten: 179 toques, 141 pases precisos, 40 pases filtrados, 140 asistencias, 68 sprints, una velocidad máxima de 32,5 km/h. Pero lo más destacable es la calidad de cada jugada: cada una de las de Guler tiene un propósito claro y la capacidad de abrir el juego para el equipo.
No sólo empezar, sino también terminar
Guler no solo es bueno como titular, sino que también es extremadamente efectivo en el área. Dio dos asistencias de gol contra el Dortmund: una para Gonzalo y otra para Mbappé, ambas con pases precisos.
Entre los octavos de final y los cuartos de final, creó cinco ocasiones de gol, lideró al equipo en número de pases al último tercio del campo y, crucialmente, mantuvo su portería a cero en 20 partidos, sin un solo error. Era la precisión de un mediapunta, pero también la visión de un artista.
Arda Guler podría jugar un papel importante en el Real Madrid en el futuro. |
Sin embargo, el camino para convertirse en un mediocampista central completo no solo está pavimentado con pases elegantes. Guler aún está aprendiendo a defender. Aún no domina su posicionamiento y, a veces, se lanza al ataque innecesariamente, como en el partido contra la Juventus, donde Yildiz aprovechó el espacio entre él y Trent, lo que provocó 13 presiones ineficaces.
Pero lo importante es aprender. El partido contra el Dortmund demostró que Guler ha mejorado significativamente: juega con más solidez, sabe mantener su posición, reduce la presión directa, aumenta la indirecta (54 veces) y juega un papel clave interceptando pases (53 veces). Es el que más distancia recorre del equipo (11,2 km), siempre aparece en los puntos fuertes, no teme las colisiones ni las recesiones profundas para apoyar.
En este torneo, el Real Madrid mostró un bloque compacto: 35 metros de longitud en presión alta, 25 metros en el centro del campo y 21 metros en defensa baja. En ese sistema, Güler maximizó su potencial gracias a la protección constante de Valverde y Tchouameni, quienes no solo eran fuertes sino también muy disciplinados. Fue este apoyo lo que le dio a Güler la libertad de crear sin temor a perder el equilibrio defensivo.
Lo más valioso que recibió Guler no fue el nuevo puesto, sino la confianza absoluta del entrenador Xabi Alonso. «Necesita mejorar sus habilidades defensivas, y la mejor manera de aprender es jugando», dijo Xabi, breve, directo, pero lleno de tolerancia. En ese entorno, talentos como Guler no solo se desarrollan, sino que también se entrenan en la dirección correcta.
A sus 20 años, Guler va camino de convertirse en uno de los mejores centrocampistas de Europa, y posiblemente en el alma del Real Madrid durante la próxima década. Esta transformación no es casualidad. Es el resultado de una visión estratégica, un entrenador que entiende el juego y un jugador que deja de lado su ego para aprender, adaptarse y mejorar. La suerte de Guler ha cambiado. Y quien la está reescribiendo es Xabi Alonso.
Fuente: https://znews.vn/van-menh-arda-guler-doi-chieu-post1567233.html
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