No existe mucha información científica contundente que demuestre que beber agua antes de acostarse previene la concentración sanguínea y ayuda a reducir y prevenir el riesgo de accidente cerebrovascular. Sin embargo, el agua es esencial para el cuerpo, ya que aporta minerales, transporta nutrientes y el oxígeno necesario para las células, nutriéndolas en todas sus actividades.
Cuando el cuerpo humano está deshidratado, la sangre se concentra más, el volumen sanguíneo total disminuye y el riesgo de accidente cerebrovascular también aumenta. Si no se repone el agua a tiempo, el cuerpo se autorregula suministrando sangre al órgano más importante, el corazón, lo que puede causar dolor muscular.
De hecho, un accidente cerebrovascular es causado por muchos factores diferentes, entre ellos enfermedad, estilo de vida poco saludable, edad y antecedentes familiares.
No piense que beber agua antes de acostarse puede prevenir un derrame cerebral y olvide cuidar su salud, controlarse y llevar un estilo de vida saludable. Cada persona debería tomar de 2 a 3 litros de agua al día, de los cuales entre 30 y 60 minutos antes de acostarse debería beber entre 150 y 200 ml. Al despertarse, también debería beber un vaso de agua tibia.
Los beneficios de prevenir un derrame cerebral no están tan claros, pero beber agua puede aportar muchos otros beneficios para la salud. Por ejemplo, el agua tibia facilita la circulación sanguínea, mejora el estado de ánimo y ayuda a conciliar el sueño y a dormir mejor.
El agua desempeña un papel fundamental en el cuerpo humano. (Ilustración)
El papel del agua en el cuerpo
Cuando el cuerpo tiene suficiente agua, todas las actividades vitales estarán garantizadas. Las personas pueden vivir sanas, como si tuvieran más energía.
El agua protege la médula espinal, los tejidos y las articulaciones, ayuda a mantener la humedad en los tejidos y actúa como lubricante articular. El agua también favorece el sistema digestivo. Gracias al agua, la boca siempre está húmeda. La saliva secretada contiene enzimas que participan en el proceso de descomposición de los alimentos, facilitando su digestión al llegar al estómago.
Si bebes suficiente agua, tu sistema excretor funcionará correctamente y los desechos se excretan a través de vías como las glándulas sudoríparas, la orina y la defecación. Órganos como el hígado, los riñones y los intestinos aprovecharán el agua para excretar desechos. Además, el agua también ayuda a prevenir el estreñimiento.
Para las mujeres embarazadas, el agua es fundamental, ya que beber suficiente agua reduce el riesgo de estreñimiento durante el embarazo y proporciona suficiente leche para la lactancia después del parto. El agua también es eficaz para mejorar la figura. Beber agua proporciona una sensación de saciedad prolongada, especialmente si se toma antes de las comidas. Esto ayuda a limitar la ingesta de alimentos, evitando así el aumento de peso.
El agua ayuda a regular la temperatura corporal y promueve el metabolismo, mejorando así la capacidad de absorber nutrientes esenciales. Además, reduce la tasa de formación de cálculos renales, ya que ayuda a aumentar el volumen de orina que pasa por los riñones, diluyendo así el contenido de sales minerales, lo que reduce la probabilidad de que se acumulen.
El agua fortalece el sistema inmunitario, reduciendo el riesgo de infecciones. Normalmente, si se tienen problemas renales, beber agua ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en estos órganos.
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Fuente: https://vtcnews.vn/uong-nuoc-truoc-khi-ngu-co-tranh-duoc-dot-quy-ar907273.html
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