Jugo de zanahoria - Ilustración: IStock
¿Cómo funciona la zanahoria?
Según los médicos del Hospital General Duc Giang, 100 g de zanahorias aportan: 39 kcal, 7,8 g de glucidos, 1,5 g de proteínas, 0,2 g de lípidos y 1,2 g de fibra.
Además, las zanahorias también aportan vitamina A: el betacaroteno de las zanahorias se convierte en vitamina A en el cuerpo, lo que ayuda a mantener la salud de los ojos y la piel y a fortalecer el sistema inmunológico.
Antioxidantes: Las zanahorias son ricas en antioxidantes como el betacaroteno y los polifenoles que ayudan a proteger al cuerpo contra los daños causados por los radicales libres y la exposición a sustancias tóxicas.
Mejora la salud del corazón: las zanahorias pueden ayudar a reducir la presión arterial, mejorar los niveles de colesterol en sangre y ayudar a prevenir problemas cardíacos.
Apoya el sistema digestivo: la fibra de las zanahorias ayuda a mejorar la función digestiva, reducir el riesgo de estreñimiento y favorecer la absorción de nutrientes.
Además, las zanahorias contienen mucha pectina y lignina, dos sustancias que tienen efectos antitóxicos, precipitan y disuelven algunas bacterias del tifus y del coli que causan diarrea.
La vitamina A y los antioxidantes presentes en las zanahorias pueden ayudar a reducir el daño cutáneo causado por los rayos UV y las influencias externas. Las zanahorias pueden favorecer el proceso de desintoxicación y mejorar la salud hepática. Además, proporcionan y favorecen la función de muchas enzimas esenciales del organismo.
Efectos nocivos de comer demasiadas zanahorias
Aunque las zanahorias tienen muchos beneficios para la salud, como aportar betacaroteno, vitamina A y fibra, consumir demasiadas zanahorias también puede causar algunos daños.
- Exceso de vitamina A : Consumir grandes cantidades de betacaroteno procedente de la zanahoria puede provocar un exceso de vitamina A en el organismo, lo que puede causar efectos negativos como dolores de cabeza, náuseas, fatiga, daño hepático e incluso perjudicar la salud cardiovascular.
- Ictericia : El consumo excesivo de zanahorias también puede provocar carotenodermia, un fenómeno en el que la piel del consumidor se vuelve naranja o amarilla debido a los altos niveles de betacaroteno en el cuerpo.
- Estado de la metahemoglobina: El contenido de nitrato y nitrógeno nítrico en las zanahorias es muy alto (aproximadamente 330 mg de KNO₃/kg y 0,6 mg de NaNO₂/kg). Consumir demasiadas zanahorias puede conllevar riesgo de intoxicación, causando metahemoglobina (una anomalía en la sangre).
Normalmente, la metahemoglobina representa entre el 1 y el 2 %. Al consumir demasiadas zanahorias, el nitrato (NO₃) presente en ellas se convierte en nítrico (NO₂) mediante el proceso de oxidación-reducción, que ocurre tanto antes como después de comer. Al entrar en el cuerpo humano, el nítrico convierte la hemoglobina (que contiene Fe₂+) en metahemoglobina (Fe₃+), lo que causa hipoxia.
Los síntomas de intoxicación por sustancias que provocan esta afección suelen ser dolor de cabeza, fatiga, mareos, náuseas/vómitos, piel azulada... Los casos graves también pueden causar dificultad para respirar, convulsiones, pérdida de control de los intestinos y la vejiga y la muerte.
Por lo tanto, aunque consumir zanahoria aporta muchos beneficios para la salud, es necesario mantener una dieta equilibrada y no comer más de lo recomendado para evitar posibles daños a la salud.
Los expertos recomiendan la frecuencia de consumo de zanahoria para los niños: 2-3 comidas de zanahoria/semana, no más de 150 g/semana (aproximadamente 1-2 zanahorias/semana)
Adultos: 3 - 4 comidas de zanahoria/semana, no más de 300 g/semana (aproximadamente 3 zanahorias/semana)
Para tratar la diarrea en los niños, éstos sólo deben comer entre 30 y 50 g de zanahorias al día, no más de 3 veces por semana para evitar el exceso de vitamina A.
Además, en el caso de tubérculos como las zanahorias, se debe quitar el corazón y pelarlas. Se pueden hervir o guisar para reducir el contenido de nitratos.
¿Es mejor beber jugo que prepararlo?
Según la Sra. MSc. Ngo Thi Ha Phuong (Centro de Educación en Comunicación Nutricional, Instituto Nacional de Nutrición), la fruta es un alimento indispensable en las comidas diarias.
Las frutas enteras contienen azúcares en la célula, que no están clasificados como azúcares libres; los jugos de fruta (tanto frescos como producidos industrialmente) contienen azúcares en forma extracelular (clasificados como azúcares libres).
Agregar fruta entera a la dieta puede reducir los marcadores de inflamación sistémica, la presión arterial y la masa corporal y, cuando se sustituye, puede mejorar los marcadores del control de la glucemia.
Por lo tanto, desde una perspectiva de salud cardiometabólica, la fruta entera puede mejorar de manera consistente y confiable los marcadores de salud cardiometabólica y es la base de una dieta saludable.
No se recomienda el jugo de fruta como sustituto de la fruta entera.
Además, los expertos también recomiendan limitar el consumo de jugos de fruta para prevenir el exceso de calorías y el aumento de peso. La fruta debe consumirse entera y en trozos, y el consumo de jugos de fruta debe limitarse a no más de 150 ml al día, así como los jugos de fruta industriales con azúcar añadido.
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Linh Han
Fuente: https://tuoitre.vn/uong-nhieu-nuoc-ep-ca-rot-coi-chung-vang-da-ngo-doc-20250707155341134.htm
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