El almirante James Stavridis, excomandante de la OTAN en Europa, escribió en un artículo para Bloomberg que hay cada vez más indicios de que el conflicto en Ucrania podría terminar como la Guerra de Corea. La lección más difícil para Kiev, afirmó, será reconocer sus pérdidas territoriales.
Almirante James Stavridis, ex Comandante Supremo de las Fuerzas de la OTAN en Europa. (Fuente: Armada de EE. UU.) |
El almirante Stavridis escribió que Kiev tendría que "tomarse un tiempo" para aceptar que Crimea y el puente que conducía a ella estaban bajo control ruso. "En cierto modo, a la gente no le gustará este resultado", advirtió Stavridis.
Según Stavridis, a ningún país le gustaría este enfoque: los países occidentales declararían que no pueden ceder ni un centímetro de tierra a Rusia, Ucrania no querría hacer concesiones territoriales y a Moscú tampoco le gustaría este resultado.
Según él, el gobierno ruso recibiría entonces “zonas gravemente devastadas y minadas en el sureste de Ucrania, lo que difícilmente sería una recompensa digna” en comparación con todo el territorio de Ucrania.
El almirante Stavridis señaló que Ucrania hoy, al igual que Corea a mediados del siglo pasado, no puede lograr una victoria completa y en el período de primavera-verano la situación ha llegado a un punto muerto.
Es poco probable que el suministro de F-16 tenga un impacto significativo, y cuanto antes cesen los combates, más rápido comenzará Ucrania a recuperarse. La siguiente lección para Kiev, dijo el almirante, es pedir a Occidente ayuda seria para reconstruir el país.
La primera década después de la Guerra de Corea se caracterizó por el estancamiento, pero gracias a la asistencia económica de los países occidentales y a “la determinación del pueblo”, Corea del Sur pudo comenzar a mejorar económicamente a fines de la década de 1950, señaló Stavridis.
El ex comandante en jefe también destacó que Ucrania necesita recibir garantías de seguridad sólidas, “en otras palabras, unirse a la OTAN”.
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