Las autoridades han preparado los medios y equipos adecuados para responder con prontitud a las situaciones causadas por desastres naturales. Foto: TL |
El cambio climático ha provocado que la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como inundaciones repentinas, tormentas, sequías y granizos sean cada vez más frecuentes y graves. Según estadísticas de las autoridades, solo en 2024, Thai Nguyen registró cinco grandes desastres naturales que causaron daños a viviendas, cultivos y obras de infraestructura por valor de cientos de miles de millones de dongs.
Existe la paradoja de que, a pesar de los daños existentes, muchas personas aún no son realmente proactivas en la respuesta. Aún existen muchos casos en los que la respuesta a los riesgos naturales se considera responsabilidad del gobierno y los organismos especializados. La seguridad de las viviendas, la revisión de los techos y la limpieza de los canales antes de la temporada de lluvias aún son poco rigurosas; la poda de árboles y la revisión de los puntos vulnerables no reciben la debida atención a nivel familiar ni comunitario.
De hecho, localidades como Thai Nguyen han realizado un buen trabajo de alerta temprana, propaganda y simulacros anuales de prevención y control de desastres. Los pronósticos meteorológicos se actualizan continuamente en plataformas digitales, sistemas de radio locales y redes sociales. Sin embargo, si la información no llega a la población, o si llega pero no se implementa en acciones concretas, la labor de prevención y control seguirá siendo pasiva e ineficaz.
La pregunta es cómo lograr que cada ciudadano realmente se involucre, pasando de una actitud pasiva a una respuesta proactiva durante la temporada de tormentas. No se trata solo de una cuestión técnica u organizativa, sino de concienciación, educación comunitaria y apoyo concreto y práctico del gobierno a la población.
Recientemente, muchas comunas y distritos de la provincia de Thai Nguyen se han centrado en construir comunidades seguras ante desastres naturales. En concreto, se han establecido equipos de prevención y control de desastres en las aldeas, se han desarrollado escenarios de respuesta ante inundaciones y se han asignado tareas específicas a cada hogar para la evacuación de personas y bienes en caso de desastres. Los modelos de "casas seguras", "escuelas seguras" y "comunidades seguras" se han ido implementando gradualmente.
Para que estos modelos sean sustanciales y sostenibles, se necesita una estrategia a largo plazo para aumentar la conciencia pública.
Minimizar los daños causados por desastres naturales no puede limitarse a consignas o planes, sino que debe ser una tarea regular y específica, estrechamente vinculada a la vida. Desde plantar árboles cortavientos, dragar alcantarillas, reforzar viviendas hasta participar en capacitaciones y simulacros de respuesta, todo requiere la participación activa de la gente.
Los desastres naturales no se pueden prevenir, pero los riesgos se pueden reducir con una preparación cuidadosa. La respuesta proactiva de las personas y las comunidades es la manera más eficaz de limitar los daños causados por las tormentas. Porque la seguridad no depende de la suerte, sino de la concienciación y la acción oportuna.
Fuente: https://baothainguyen.vn/xa-hoi/202507/thien-tai-khong-ai-la-khan-gia-a0a0dfa/
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