Según las creencias orientales, es la última noche del año viejo, preparándose para recibir el nuevo con mejores cosas. Hay innumerables momentos de Nochevieja. No podemos olvidar los hitos especialmente importantes cuando el país cambia, despidiéndose del pasado para entrar en una nueva etapa.
Fue entonces cuando Ly Cong Uan emitió el Edicto para trasladar la capital (1010); fue entonces cuando Ly Chieu Hoang abdicó del trono a favor de su marido y estableció la dinastía Tran (1225), una de las gloriosas dinastías que derrotó al ejército Yuan-Mongol tres veces para mantener el país en paz; fue entonces cuando Nguyen Ai Quoc, después de más de 30 años de vagar por el mundo, regresó al país para leer la Declaración de Independencia, dando origen a la primera república democrática del sudeste (1945)...
Aquellos "Año Nuevo" fueron momentos históricos grandiosos, trascendentales y estremecedores: una revolución con todo su significado progresista.
A partir de esa introducción "casual", pensé en secreto que el 30 de junio de 2025 sería el último día de la antigua era y que la noche del 30 de junio sería la "Nochevieja". El 1 de julio de 2025 podría considerarse el comienzo de una nueva era: una era de lucha por el objetivo: gente rica, un país fuerte, una sociedad justa, democrática y civilizada.
Esta “Nochevieja” no es sólo un marcador de tiempo sino que tiene también un profundo significado humanístico y revolucionario.
Primero, despídase de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Es necesario afirmar que lo viejo ha cumplido su misión histórica. Sin lo viejo, nuestro país no tendría la base que tiene hoy.
En segundo lugar, tras la Nochevieja, llega una nueva era llena de promesas. Como dijo el presidente Ho Chi Minh , la esencia es: lo nuevo tiene elementos positivos, pero también es extremadamente frágil y débil. Necesitamos ser firmes y constantes al acoger y cuidar lo nuevo.
La política del Partido y el consenso de la Asamblea Nacional de entrar en una "nueva era" que va desde el cambio institucional y la racionalización del aparato hasta la reorganización de las fronteras está en consonancia con las leyes inevitables del desarrollo y satisface las necesidades y aspiraciones de todo el pueblo.
En tercer lugar, toda revolución tiene sus efectos secundarios. Además, esta revolución lo afecta todo, desde lo tangible hasta lo intangible. Desde el concepto y la percepción hasta los intereses de cada organización e individuo, es fácil ver. El problema pendiente para que la revolución triunfe es imbuirse de nuevo de la ideología y el consejo del presidente Ho Chi Minh: «Unidad, unidad, gran unidad. Éxito, éxito, gran éxito».
La generación que sigue el camino escogido por el Presidente Ho Chi Minh, el líder de nuestro Partido, el Secretario General To Lam, y el Estado Mayor Supremo han comprendido plenamente el punto de vista y están enarbolando la bandera pionera en la nueva revolución.
La víspera de Año Nuevo marca el comienzo de una nueva era llena de ilusión y fe. Con el objetivo de servir al pueblo y al país, creemos firmemente que la revolución triunfará, continuando la tradición de nuestros antepasados de construir un país rico y fuerte, y una vida próspera y feliz para el pueblo.
Noche del 30 de junio de 2025
Fuente: https://www.sggp.org.vn/tan-man-dem-tru-tich-post801880.html
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