Sin embargo, esta fruta no sólo tiene una pulpa nutritiva, sino que su cáscara también aporta muchos beneficios para la salud como: fortalecer la resistencia, proteger el sistema cardiovascular, apoyar el sistema digestivo...
Fortalecer la resistencia
El rico contenido de vitamina C y flavonoides de la cáscara de mandarina ayuda a neutralizar los radicales libres, proteger las células del daño, prevenir el envejecimiento y fortalecer el sistema inmunitario. Beber té de cáscara de mandarina o inhalar aceite esencial de cáscara de mandarina ayuda a prevenir y reducir los síntomas de la gripe, la tos y la rinorrea gracias a sus propiedades antibacterianas y antivirales.
Protección cardiovascular
La pectina presente en la cáscara de mandarina ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) al unirse al colesterol en el intestino e impedir su absorción en la sangre. Al mismo tiempo, la cáscara de mandarina también ayuda a aumentar el colesterol bueno (HDL), previniendo así la aterosclerosis y protegiendo la salud cardiovascular.
Además, la cáscara de mandarina contiene compuestos que dilatan los vasos sanguíneos, reduciendo eficazmente la presión arterial. Gracias a ello, el cuerpo recibe suficiente oxígeno y nutrientes, minimizando el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el ictus.
Apoya el sistema digestivo
La fibra de la cáscara de mandarina, especialmente la pectina, ayuda a aumentar el volumen de las heces, estimula la motilidad intestinal y ablanda las heces, previniendo y mejorando así el estreñimiento. La fibra de la cáscara de mandarina crea una sensación de saciedad prolongada, reduce los antojos, limita la ingesta de calorías y favorece el control del peso.
El aceite esencial de la cáscara de mandarina estimula la producción de jugos digestivos, facilitando la digestión y reduciendo la sensación de saciedad y la indigestión. Además, calma el estómago, reduce los calambres estomacales y la hinchazón y la indigestión después de comer.
Reduce el estrés, relaja la mente.
El delicado aroma del aceite esencial de cáscara de mandarina ayuda a reducir el estrés y la fatiga, relajar la mente y mejorar el estado de ánimo. Beber té de cáscara de mandarina o vaporizarlo con aceite esencial de cáscara de mandarina antes de acostarse ayuda a mejorar la calidad del sueño, ayudándote a conciliar el sueño fácilmente y a dormir mejor.
Prevenir el cáncer
La cáscara de mandarina, rica en flavonoides, es especialmente eficaz para prevenir y apoyar el tratamiento de cánceres comunes como el de estómago, pulmón, mama y piel. Estudios científicos han demostrado que la tangeretina presente en la cáscara de mandarina tiene la capacidad de inhibir significativamente el crecimiento de células cancerosas de estómago, pulmón, mama y piel.
Cuidado de la salud bucal
Los compuestos naturales de la cáscara de mandarina poseen potentes propiedades antibacterianas, lo que ayuda a eliminar eficazmente las bacterias que causan el mal aliento. Además, contiene sustancias que suavizan y eliminan la placa dental, dejándote unos dientes blancos y brillantes de forma natural.
El aceite esencial de la cáscara de mandarina no solo aporta un aroma agradable sino que también tiene efectos antisépticos, limpia la cavidad bucal y previene la formación y acumulación de bacterias dañinas.
Protección de la piel
La vitamina C y los antioxidantes presentes en la cáscara de mandarina estimulan la producción de colágeno, retrasan el envejecimiento, reducen las arrugas y rejuvenecen la piel. El aceite esencial de cáscara de mandarina tiene propiedades antibacterianas, ayuda a reducir la inflamación y previene y trata eficazmente el acné. Además, hidrata la piel, dejándola suave y tersa.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/tac-dung-khong-ngo-cua-vo-quyt-doi-voi-suc-khoe.html
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