El presidente serbio, Aleksandar Vucic, presidió una reunión del Consejo de Seguridad Nacional el 27 de mayo y aprobó un plan de acción de seguridad para fortalecer la capacidad de defensa tras las tensiones en Kosovo. AFP citó al líder declarando que las fuerzas armadas serbias permanecen en estado de alerta máxima hasta nuevo aviso.
La policía especial de Kosovo custodia la oficina del alcalde en la ciudad de Zvecan el 27 de mayo.
Un día antes, el Sr. Vucic había ordenado al ejército elevar el nivel de alerta y trasladar unidades a la frontera con Kosovo, en el sur de Serbia. Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008, pero Belgrado se ha negado a reconocerla. Kosovo aún cuenta con una comunidad serbia de unas 120.000 personas, principalmente en el norte, según AFP.
El conflicto entre las comunidades serbia y kosovara se produjo después de que el gobierno celebrara en abril unas controvertidas elecciones en las que los albaneses fueron elegidos alcaldes de cuatro ciudades del norte de Kosovo, habitado mayoritariamente por serbios.
La participación electoral fue inferior al 3,5% y la comunidad serbia boicoteó las elecciones. El 26 de mayo, las fuerzas especiales de la policía de Kosovo utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a una multitud de serbios que protestaban contra las elecciones a la alcaldía.
A pesar de apoyar la independencia de Kosovo, Estados Unidos y sus aliados europeos han criticado a Pristina, alegando que el uso de la fuerza para instalar alcaldes socava los esfuerzos por mejorar las relaciones entre Kosovo y Serbia. También han expresado su preocupación por la mayor preparación militar de Serbia. El 27 de mayo, la OTAN instó a Kosovo a tomar medidas para reducir las tensiones y resolver la situación mediante el diálogo.
La policía antidisturbios de Kosovo custodia la oficina del alcalde en la ciudad de Zvecan, de mayoría serbia.
Mientras tanto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, condenó el mismo día los movimientos provocadores de Kosovo y culpó tanto a Estados Unidos como a la Unión Europea por reaccionar demasiado tarde, según Reuters.
Serbia y Rusia no reconocen la independencia de Kosovo, y Moscú ha bloqueado la membresía de Kosovo en organizaciones globales, incluidas las Naciones Unidas.
El jefe del poder ejecutivo de Kosovo, Albin Kurti, declaró el 27 de mayo que Kosovo comprendía las preocupaciones de los socios internacionales, pero enfatizó que «cualquier otra opción constituiría un incumplimiento de sus obligaciones constitucionales». «Hago un llamamiento a todas las partes, especialmente a los ciudadanos serbios de Kosovo, para que cooperen con los nuevos alcaldes y su aparato, que será multiétnico, multicultural y multilingüe», escribió Kurti en Facebook.
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