El 25 de julio, la Dra. Dang Thi Thanh, del Hospital Dang Van Ngu, dijo que el hospital había recibido a un paciente de 68 años traído por su familia con síntomas como dolor de cabeza, espuma en la boca, convulsiones y muchas manchas parecidas a callos en la piel.
Tras un examen y una tomografía computarizada, el médico diagnosticó que el paciente tenía numerosos nidos de gusanos dispersos en el cerebro. Según su historial médico, el paciente solía recibir visitas y comer y beber morcilla de cerdo, cabra, pato y ganso, ya que creía que refrescaba el cuerpo y ahuyentaba la mala suerte.
La tomografía computarizada muestra gusanos anidando en el cerebro del paciente. (Foto proporcionada por el médico).
Los dolores de cabeza comenzaron en 2013, pero debido a su negligencia, no acudió al médico. Tras un mes de tratamiento, los quistes disminuyeron gradualmente y desaparecieron por completo. La salud del paciente mejoró: ya no tenía dolores de cabeza, convulsiones ni espuma por la boca, y estaba consciente.
El doctor Thanh dijo que la enfermedad de la duela cerebral es una enfermedad que pertenece al grupo de infecciones del sistema nervioso central, que causa graves efectos para la salud con un nivel muy alto de peligro, haciendo que los pacientes sufran pérdida de memoria y los síntomas de convulsiones pueden aparecer sin previo aviso, lo que es muy peligroso, especialmente cuando el paciente participa en el tráfico.
La enfermedad puede ser mortal si no se diagnostica y trata a tiempo. Se desarrolla de forma silenciosa hasta que se detectan síntomas evidentes, lo que suele ocurrir bastante tarde. La causa de la infección por larvas de tenia del cerdo es la alimentación insalubre, el consumo de alimentos crudos o poco cocidos como morcilla, nem chao, nem thinh o verduras crudas contaminadas con tenias provenientes de excrementos de cerdo o de fuentes de agua contaminadas.
Los expertos recomiendan seguir los principios de consumir alimentos cocinados y agua hervida, lavarse las manos antes de comer y desparasitarse cada seis meses o un año. No consumir morcilla, carne de cerdo poco hecha ni vísceras insalubres de origen desconocido, y mantener limpio el entorno donde viven.
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