Arrancar el coche por la mañana, sobre todo cuando hace frío, requiere cuidado y paciencia para proteger el motor de daños innecesarios. Sin embargo, muchas personas omiten este paso, cometiendo errores involuntarios que provocan un rápido deterioro del motor.
Impacto en los motores de gasolina
Un error común es que después de arrancar el coche, muchas personas se mueven inmediatamente sin darle tiempo al motor a alcanzar la temperatura ideal.
En los vehículos de gasolina, por la noche, el aceite suele depositarse en el fondo del cárter. Al arrancar el vehículo, el aceite necesita tiempo para bombear y lubricar piezas importantes como el árbol de levas, el cigüeñal, los taqués, los vástagos de las válvulas, los anillos de pistón y los cojinetes de biela.
Muchas personas tienen la costumbre de arrancar el coche y moverse inmediatamente, esto puede dañar el motor, afectando la vida útil y el rendimiento del coche.
Si el vehículo arranca inmediatamente, estas piezas no estarán completamente lubricadas, lo que provocará fricción seca. Esto no solo provoca un desgaste rápido de las piezas metálicas, sino que también reduce la vida útil del motor.
Además, en las mañanas frías, la viscosidad del aceite también aumenta, lo que dificulta su bombeo. Cuando el aceite no tiene tiempo de circular a las piezas que necesitan lubricación, el desgaste se acelera y, a la larga, causa graves daños al motor.
Riesgo para los motores diésel
Con los motores diésel, además de los mismos problemas que con los motores de gasolina, arrancar y moverse inmediatamente puede tener graves consecuencias para el sistema del turbocompresor.
En el caso de los motores diésel, arrancar y moverse inmediatamente también conlleva el riesgo de dañar el turbocompresor.
El turbo es una pieza importante que ayuda a comprimir el aire para aumentar la presión en la cámara de combustión, mejorando así la eficiencia y la potencia del motor. Cuando el coche no tiene suficiente aceite para lubricar el turbo, este debe funcionar a una velocidad de rotación muy alta, pero no cuenta con suficiente aceite protector, lo que conlleva riesgo de daños. Reemplazar el turbo no solo es complicado, sino también extremadamente costoso.
Además, los motores diésel también necesitan tiempo para calentar la cámara de combustión antes de alcanzar la temperatura ideal. Si el vehículo se mueve cuando el motor no está lo suficientemente caliente, el proceso de combustión será ineficiente, lo que provocará humo negro y un mayor consumo de combustible.
Utilice el vehículo de forma adecuada al arrancarlo por la mañana
Para evitar daños innecesarios y proteger el motor, los expertos recomiendan a los usuarios aplicar las siguientes medidas:
Después de arrancar, deje el motor al ralentí de 30 segundos a 1 minuto. Cuando el motor esté estable, mantenga la velocidad por debajo de 1000 rpm y, a continuación, arranque.
Evite acelerar bruscamente inmediatamente después de arrancar el vehículo, ya que esto aumenta la presión en el motor mientras el aceite no ha tenido tiempo de lubricarlo completamente.
Elija el tipo de aceite de motor adecuado para las condiciones climáticas y el tipo de motor, especialmente en invierno. En vehículos con motor diésel, asegúrese de dejar que el motor se caliente más tiempo antes de iniciar la marcha.
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Fuente: https://www.congluan.vn/nhung-sai-lam-pho-bien-khi-khoi-dong-xe-o-to-vao-buoi-sang-post316676.html
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