Tanto las pagodas como las palmeras están estrechamente vinculadas a la vida del pueblo jemer. Las pagodas se consideran un símbolo de la cultura material y espiritual del pueblo, creando patrimonio arquitectónico en el delta del Mekong. Las pagodas no solo son lugares para actividades religiosas, sino también para preservar esculturas y bellas artes de artistas populares jemeres y difundir valores humanísticos. En cuanto a las palmeras, esta especie produce especialidades únicas, además de ofrecer hermosos paisajes al atardecer y al amanecer en medio de los arrozales inundados.
Revista Heritage
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