Bañarse de noche puede provocar que la baja temperatura y el aire frío ataquen el cuerpo, causando contracción muscular y vasoconstricción, dando lugar a la parálisis del séptimo nervio craneal.
El séptimo par craneal controla el movimiento de la mitad de la cara. Cuando este nervio se paraliza (también conocido como parálisis facial periférica), el paciente presenta reflejos oculares deficientes, dificultad para comer y beber, convulsiones en la mitad de la cara, boca torcida, babeo incontrolable...
El Dr. Nguyen Xuan Thang, jefe del Departamento de Rehabilitación del Hospital General Tam Anh, Ciudad Ho Chi Minh, dijo que la parálisis del nervio facial puede ocurrir a cualquier edad debido a muchas causas, como el herpes zóster y la otitis media. El hábito de bañarse por la noche es una de las causas que aumenta el riesgo de contraer la enfermedad.
El médico explicó que el séptimo par craneal se encuentra en el canal petroso (en la profundidad del cráneo) y siempre está frío porque no está cubierto por un músculo. Cuando el cuerpo se expone repentinamente a bajas temperaturas debido a un baño nocturno, un ventilador o aire acondicionado que sopla directamente en la cara, se contraen los vasos sanguíneos, lo que provoca una falta de irrigación sanguínea y calor, lo que provoca la inflamación, compresión y parálisis del séptimo par craneal.
Las personas que se bañan de noche tienen un alto riesgo de parálisis facial. Foto: Freepik
El Dr. Thang explicó que los métodos de tratamiento varían según la gravedad de la enfermedad, desde el tratamiento médico con fármacos hasta la cirugía de transferencia neuromuscular. Sin embargo, en general, todos los pacientes con parálisis del nervio facial deben practicar fisioterapia combinada con masajes y estimulación eléctrica. El ejercicio ayuda a aumentar la fuerza muscular y a restablecer la coordinación entre los músculos que controlan el área facial, como el orbicular de la boca, el músculo de la sonrisa, el elevador del labio superior y el orbicular del ojo, mejorando así la función facial y reduciendo las complicaciones.
Los pacientes deben realizar los siguientes ejercicios 3 o 4 veces al día, cada vez hasta 30 pulsaciones.
Estimulación facial: El paciente comienza intentando mover cada parte del rostro lenta y suavemente. Luego, con un dedo, levanta suavemente las cejas. Con la otra mano, masajea suavemente diferentes partes del rostro, incluyendo la frente, la nariz, las mejillas y la boca.
Ejercicios para nariz y mejillas: Use los dedos para levantar suavemente la piel junto a la nariz del lado afectado, mientras intenta arrugar la nariz, concentrándose en las mejillas y la nariz. Inhale profundamente por la nariz, infle las mejillas y exhale por la boca. El paciente debe tapar la fosa nasal sana e inhalar profundamente por la nariz del lado afectado para forzar el trabajo muscular.
Ejercicios bucales: Empieza abriendo y cerrando la boca y frunciendo el ceño. Luego, junta suavemente los labios para relajar los músculos. Continúa levantando cada comisura de la boca, usando la mano para levantar el lado afectado. Saca la lengua y apúntala hacia la barbilla.
Ejercicios oculares: Levante las cejas hacia arriba y hacia abajo. El paciente puede usar la mano para levantar la ceja del lado afectado. Luego, practique mirar hacia abajo y cerrar los ojos, mientras masajea suavemente los párpados y las cejas. Abra bien los ojos y ciérrelos suavemente alternativamente.
El doctor Thang aplica pulsos eléctricos en la espalda del paciente. Foto: Hospital General de Tam Anh
El Dr. Thang afirmó que la parálisis del nervio facial no pone en peligro la vida, pero afecta gravemente la estética y la función de los órganos faciales. En cuanto se detecten signos anormales, como dificultad para retener agua en la boca al enjuagarse o cepillarse los dientes; sensación de extrañeza en los ojos; desequilibrio facial, especialmente al reír o hablar, el paciente debe acudir al médico lo antes posible para recibir tratamiento oportuno.
Para evitarlo, en la vida diaria se deben evitar algunos hábitos como ducharse repentinamente con agua fría, ducharse después de haber bebido alcohol...; mantener la cara y las orejas calientes cuando se exponga a fuertes vientos y aire frío; controlar bien la diabetes, la hipertensión arterial y la dislipidemia.
Phi Hong
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